Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 2359

Cuando subieron al coche, Ling Yiran dijo: "Tengo algo con lo que necesito tu ayuda".

"¿Tienes que pedirme ayuda? Solo dime lo que quieres y lo haré", dijo Yi Jinli.

"Bueno, se trata de Yan Qiongying...". Ling Yiran le contó a Yi Jinli sobre la solución que se le ocurrió. Yi Jinli frunció el ceño ligeramente. "Si es como dijiste, es factible. Pero va a involucrar a mucha gente".

"Es que no quiero que Yan Qiongying se salga con la suya. Sé que tal vez podamos encontrar otras formas de enviarla de regreso a prisión, incluso si obtiene la libertad condicional. Pero no quiero que la gente como ella menosprecie la ley", dijo Ling Yiran.

Yi Jinli sonrió. Entendía su sentido de la justicia y el respeto por la ley. De lo contrario, ¿por qué elegiría ser abogada después de todo lo que le había pasado?

"Está bien, me encargaré de eso. Será como desees".

Mientras tanto, Zhuo Qianyun descubrió que Ye Wenming no estaba conduciendo hacia la tienda.

"¿Adónde vamos?", ella preguntó.

"Cenemos primero. Te llevaré a algún lugar después de la cena", dijo Ye Wenming.

"Pero le dije a mi madre que estaría en casa para la cena".

"Y le dije a tu madre que yo cenaría contigo afuera", dijo él.

Ella se quedó sin palabras al instante.

Ye Wenming había venido a la Ciudad de Shen, lo que también significaba que su acuerdo estaba a punto de comenzar.

‘¿Vivir... como una pareja casada normal durante más de un año? Una pareja casada normal...'. La idea confundió a Zhuo Qianyun.

Sin embargo, su mano tembló, y el agua en la taza de té se agitó y se derramó por toda su mano.

"¡Ah!", exclamó Zhuo Qianyun cuando la taza de té en su mano cayó al suelo.

Ye Wenming se levantó de repente y nerviosamente tomó la mano de Zhuo Qianyun. Rápidamente la llevó al baño en la sala privada y le echó agua fría en la mano de Zhuo Qianyun.

El agua fría cubrió el dorso de sus manos, y Zhuo Qianyun susurró: "El agua... estaba tibia. No estaba demasiado caliente". En otras palabras, no importaba incluso si se derramó en su mano.

Ye Wenming se congeló y finalmente se dio cuenta de que la mano de Zhuo Qianyun no estaba roja ni hinchada.

¡… En el momento, no se dio cuenta si el agua estaba caliente o no!

Ye Wenming cerró el grifo incómodamente y dijo con brusquedad: "Ten más cuidado la próxima vez".