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En los negocios, es natural que los empresarios no quisieran estar en conflicto con otras corporaciones.
"Si el negocio de la familia Shen sufre pérdidas debido a esto en el futuro, la familia Yi debería poder cubrirlas. Después de todo, nuestras dos familias también pueden tener algunos tratos comerciales. El Grupo Yi está trabajando en un proyecto inmobiliario recientemente. Si estás interesado, puedes unirte a nosotros", dijo Yi Jinli.
Shen Weifang miró pensativamente a Yi Jinli. Momentos después, sonrió y dijo: "Está bien, comenzaré a hacer los arreglos. Debería poder darte la respuesta que quieres en unos días".
Ling Yiran se sintió aliviada al escucharlo. Cuando quiso que su hija regresara al hotel, descubrió que su hija se había quedado dormida mientras estaba recostada sobre Shen Jifei.
¡Los niños se durmieron tan rápido!
Ling Yiran dio un paso adelante y se inclinó para recoger a su hija.
Sin embargo, las dos pequeñas manos de Yi Qianjin estaban agarrando el pequeño brazo de Shen Jifei y sosteniéndolo con fuerza. Era imposible separarlos.
Ling Yiran estaba a punto de despertar a su hija, pero Shen Jifei dijo: "Tía Ling, no despiertes a la Pequeña Jin, ¿de acuerdo?". Los ojos suplicantes del pequeño hicieron que Ling Yiran dudara un poco.
Sentía que molestaría al niño si despertaba a su hija.
"¿Por qué no dejas que la Pequeña Jin duerma aquí esta noche? Los niños no se han visto en mucho tiempo. Escuché que solían dormir juntos, así que debería estar bien", dijo Shen Weifang.
Yi Jinli levantó ligeramente las cejas, sintiendo como si alguien estuviera a punto de robar el precioso tesoro que había guardado durante tanto tiempo.
"Están grandes ahora. Es inapropiado que duerman juntos".
"Solo tienen seis años. No son tan grandes", dijo Shen Weifang.
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