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"¿Por qué no llevas al Pequeño Mo de regreso al hotel primero? Yo me quedaré aquí", dijo Yi Jinli.
Ling Yiran sacudió la cabeza. "Me sentiría mejor si me quedo aquí. ¿Por qué no le pides a tus hombres que lleven al Pequeño Mo de regreso al hotel para que él descanse primero?".
"Eso funciona", dijo Yi Jinli. Entonces, le ordenó a un guardaespaldas que llevara a Yi Qianmo de regreso al hotel.
Sin embargo, cuando el guardaespaldas estaba a punto de sacar a Yi Qianmo de los brazos de Ling Yiran, el pequeño inconscientemente se retorció en los brazos de Ling Yiran y dijo de manera adormilada: "Quiero estar con mami".
Al considerar la forma en que él se estaba comportando, Ling Yiran temía que el Pequeño Mo se despertara si se lo entregaba al guardaespaldas. Además, probablemente él se negaría a volver solo al hotel si se despertaba. "Olvídalo. Dejémoslo dormir aquí", dijo ella.
De todos modos, el Pequeño Mo todavía estaba envuelto en una manta, por lo tanto a ella no le preocupaba que el pequeño se resfriara.
"¿Por qué no lo cargo yo para que no te canses?", preguntó Yi Jinli.
Ling Yiran sacudió la cabeza. "Déjame cargarlo. No lo he abrazado lo suficiente a lo largo de los años. Solo desearía haberlo podido sostener más desde pequeño". Sus ojos miraban con ternura a su hijo.
Sus cinco años de amnesia le habían hecho perder su tiempo con el Pequeño Mo.
Durante esos cinco años, ella no tuvo la oportunidad de abrazarlo, por lo que apreciaba cada oportunidad que tenía para abrazarlo.
Gu Lichen observó la escena frente a él en silencio. Sabía que ella sería una buena madre desde el principio, pero descubrió que era algo diferente a la mujer que recordaba después de ver cómo se llevaba con su hijo.
La distancia entre ellos parecía hacerse más y más grande, pero él no podía hacer nada al respecto.
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