Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 2456

"Tal vez cambié de gusto. Últimamente me gustan bastante las cosas dulces". Cuanto más dulce, mejor. Incluso ella estaba sorprendida.

"Puedes comer cosas dulces si te gustan, pero tiene que haber un límite. Simplemente no estés incómoda", le recordó Yi Jinli.

Ella era la única que podía hacer que él se comportara como una anciana regañona.

"Está bien, entiendo", respondió Ling Yiran, sintiendo que él la estaba mimando como si fuera una niña. "Por cierto, me quedaré aquí por un tiempo más para manejar los asuntos de Xia Xi. No estoy segura de cuándo voy a terminar. ¿Por qué no te vas con los niños primero? Tienen que asistir al jardín de infantes. Además, es un inconveniente para ti seguir teniendo videoconferencias en la Ciudad Venado".

Yi Jinli miró a la persona frente a él. Momentos después, sonrió suavemente. "Está bien, primero te ayudaré a ocuparte de algunas cosas aquí. Llevaré a nuestros dos hijos de regreso a la Ciudad de Shen en unos días".

Los dos subieron al coche. Ling Yiran estaba un poco cansada. Se apoyó en el hombro de Yi Jinli y pronto se durmió.

Yi Jinli miró fijamente el rostro de la mujer dormida en sus brazos. Levantó los dedos y tocó con cuidado el flequillo sobre su frente.

Si hubiera sido antes, nunca la dejaría quedarse en la Ciudad Venado mientras él regresaba a la Ciudad de Shen con los niños si Gu Lichen aún estaba allí.

Sin embargo, él estaba dispuesto a aceptar y regresar primero a la Ciudad de Shen.

¿Era confianza? ¿Era porque creía que ella lo amaba a él y no a Gu Lichen?

Él siempre había estado celoso de la posibilidad de que Gu Lichen ocupara un lugar en su corazón debido a sus recuerdos de infancia que compartían. Gu Lichen también salvó a Yiran y la ayudó mucho.

Aun así, los sentimientos de ella por Gu Lichen nunca habían sido románticos.

"Yiran, confío en ti, así que haz que confíe más en ti, ¿de acuerdo?", murmuró él.

Él poco a poco iba aprendiendo a confiar y dejar ir esa inseguridad, pero… todo necesitaba tiempo…