Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 2460

Ling Yiran pensó un poco antes de decir: "Gong Nanting está enterrado en el cementerio privado de la familia Gong. Si quieres verlo, tendrás que obtener el permiso de la familia Gong, pero sabes qué actitud tiene la familia Gong hacia ti. Probablemente no accederán. Después de que los especialistas confirmen que no tienes una enfermedad mental, encontraremos una manera de permitirte presentar tus respetos a Gong Nanting".

Xia Xi abrió los ojos, pero la luz y el anhelo en ellos se habían desvanecido.

Sabía que la familia Gong nunca le permitiría entrar al cementerio.

Sin embargo, ella... le debía presentar sus respetos a Nanting. Le debía mucho a Nanting. ¿Cómo no iba a visitarlo?

Después de que Ling Yiran se fue, Xia Xi tomó una decisión en secreto.

En medio de la noche, se levantó en silencio. Evitó a los guardias de seguridad del hospital, escapó a escondidas del hospital y tomó un taxi hasta el cementerio privado de la familia Gong.

Pagó la tarifa con el teléfono que había recibido de Ling Yiran tras decir que quería saber sobre los acontecimientos actuales de la sociedad.

Ling Yiran también había transferido algo de dinero a su cuenta por teléfono para que ella pudiera comprar lo que quisiera en línea.

Ella pagó la tarifa del taxi para el viaje. En medio de su viaje, le pidió al conductor que fuera a una tienda donde pudiera comprar incienso y velas. Estas eran las cosas que necesitaba para presentar sus respetos.

El cementerio parecía inquietante en medio de la noche, pero era el lugar al que Xia Xi más quería ir.

Aunque la familia Gong había puesto guardias de seguridad para vigilar el cementerio, tales lugares rara vez se visitaban, especialmente a esta hora tardía.

Xia Xi se metió en el cementerio mientras evitaba cuidadosamente a los guardias de seguridad.

¿La culparía si lo supiera?

Ella estaba llorando, pero le preocupaba llamar la atención de los guardias del cementerio si lloraba demasiado fuerte. Todavía tenía que presentar sus respetos.

Xia Xi se esforzó por reprimir su voz y sollozos. Después de un rato, Xia Xi respiró hondo y encendió en silencio las velas y el incienso que había comprado. Luego se arrodilló ante la lápida de Gong Nanting y se inclinó con fuerza.

"Nanting, no dejaré que tu muerte sea en vano. Voy a... vivir una buena vida. No desperdiciaré la vida que cambiaste por la mía. Tengo muchas cosas que hacer. Mírame. ¡Mira cómo atrapo a tu asesino! ¿Me darás tu bendición para encontrar a la persona que te hizo esto?”, murmuró Xia Xi.

En la noche silenciosa, el susurro del viento parecía responderle.

Ling Yiran recibió una llamada telefónica del hospital, diciéndole que Xia Xi se había ido del hospital en secreto. Según las grabaciones de vigilancia del hospital, se enteraron de que Xia Xi se había ido sola en un taxi.