Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 2464

"Es porque ella lo vale. Amo su determinación, pero mi corazón también duele por su terquedad. Nunca me he sentido así con otras mujeres. Gong Beicheng, ¿sabes qué? Solo espero poder protegerla y ayudarla cuando ella esté en problemas. No importa si no me ama. ¡Solo espero que ella pueda vivir una buena vida!”.

"¿Pero no es triste amar sin esperar nada a cambio?", preguntó Gong Beicheng.

Con una sonrisa, su hermano mayor respondió: "No hay por qué estar triste mientras yo no me sienta triste. El amor no siempre se trata de posesión o reciprocidad. A veces, dar es felicidad".

Él solo pensó que su hermano mayor era tonto en ese entonces.

Sin embargo, ¡ahora parecía que había otra tonta! Su hermano mayor había dicho que Xia Xi era terca. Ese parecía ser el caso.

Gong Beicheng no dijo nada. Con manos temblorosas, Xia Xi recogió los palos de incienso del suelo y las encendió con cuidado, así como las velas. Luego, se arrodilló frente a la lápida mientras miraba las velas y los palitos de incienso que continuaban ardiendo.

Sus ojos estaban llenos de tristeza, pero estaba tan callada que incluso sus lágrimas fluían en silencio.

Algún tiempo después, el incienso y las velas terminaron de arder. Xia Xi murmuró: "Nanting, me iré a casa ahora. Volveré a verte cuando haya terminado con todo, ¿de acuerdo?".

El viento de la noche seguía siendo lo único que le respondía.

Ling Yiran rápidamente ayudó a Xia Xi a levantarse. "Está bien, volvamos".

Xia Xi respondió en reconocimiento, pero había estado arrodillada durante tanto tiempo que ya no sentía sus piernas. Se caía hacia adelante cada vez que intentaba caminar.

Yi Jinli le dijo a Ling Yiran: "Déjame ayudarla".

Ella finalmente tenía algo de libertad después de estar atrapada en ese oscuro hospital psiquiátrico. Se había estado muriendo por hablar con Nanting.

A ella la echaron durante el funeral de Nanting. La familia Gong no le permitió acercarse.

Ni siquiera pudo ofrecerle un poco de incienso ante la tumba de Nanting después de su muerte.

"Debes tener cuidado de ahora en adelante. Después de todo, no estás completamente fuera de peligro", dijo Ling Yiran.

"Entendido. Gracias", dijo Xia Xi con agradecimiento, sabiendo que la mujer tenía su mejor interés en el fondo.

En el hospital, la enfermera vendó la herida en la frente de Xia Xi. Después de ver a Xia Xi de regreso en la sala, Ling Yiran y Yi Jinli se fueron del hospital.