Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 25

Mientras caminaba de regreso con Yi Jinli, Ling Yiran dijo de pronto, “Jin, ¿conoces a Xiao Ziqi?”

“¿El presidente del Grupo Xiao?” preguntó él.

“Entonces, también lo conoces. Si, él es el tipo que ha estado en los tabloides recientemente. Él es el novio en el matrimonio entre la familia Xiao y la familia Hao, y… también es…” hizo una pausa y dudó por un momento antes de decir, “mi ex novio.”

Yi Jinli también dejó de caminar y se quedó en silencio al lado de Ling Yiran, mirándola.

Tal vez, algunas palabras o algunas emociones han estado embotelladas en su corazón por demasiado tiempo, por lo que no pudo evitar querer escupirlas en ese momento. “¿No crees que es increíble que alguien como yo fue alguna vez la novia de esa persona?”

Ella se rió de sí misma. “En ese entonces, yo era todavía una abogada recién graduada, y creía que él y yo nos íbamos a casar. Sin embargo, no esperaba que luego de un accidente de auto me acusaran de manejar bajo la influencia y de causar la muerte. En ese momento, él no esperó para terminar conmigo, e inclusive…”

Ella se detuvo por un momento y no siguió hablando de la situación de pesadilla que vivió en la prisión.

Sus dedos parecían estar adoloridos de nuevo. Aunque había recuperado sus uñas y los huesos quebrados se habían reconectado, ya no eran lo que eran antes.

“Olvídalo, no es nada. Está todo en el pasado.” Ella habló con un deje de amargura en su voz.

Yi Jinli frunció sus delgados labios. Aunque ella no había terminado la frase, había cosas que naturalmente él sabía. La información que Gao Congming le había dado sobre ella le había dejado todo muy claro.

Cuando él vio esos documentos, no sintió nada. Sin embargo, ahora, cuando había escuchado lo que ella decía, sentía un dolor en su corazón.

La familia Xiao había puesto ese anuncio en muchos centros comerciales en Ciudad Shen, lo cual también era una antesala al matrimonio entre las familias Xiao y Hao. Ahora, muchos medios de comunicación estaban elogiando el sentimiento tan romántico de este anuncio, otros decían que Hao Yimeng era la mujer más feliz del mundo.

Era realmente llamativo.

Yi Jinli miró a la delgada mujer frente a él. En su cara, había una clase de calmada resignación producto de un corazón marchito. Era como si ella ya hubiera pasado por todo, y ya nada pudiera agitar su corazón.

Por alguna extraña razón, su pecho se apretó. ¿Entonces qué hay de él? ¿Podía él agitar las olas de su corazón?

Él alzó su mano y le tapó los ojos, los cuales estaban fijos en el anuncio. “Hermana, si no te gusta este anuncio, ¿qué tal si se quitara mañana?”