Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 2608

Zhuo Qianyun se puso rígida cuando sus oídos escucharon a Ye Wenming decir: "Te mostré la herida que tanto querías ver la última vez, ¿no? ¿Qué pasa? ¿Todavía estás interesada?".

Ella dijo con un sollozo: "Solo quiero ver si tu herida se abrió. Me cargaste hasta aquí...".

"No estoy tan débil como para no poder caminar esta distancia. Además, ¿crees que la herida que obtuve hace más de dos meses se abrirá de nuevo?". Él se burló de ella en respuesta.

Zhuo Qianyun hizo una pausa, sintiéndose tonta. Habían pasado más de dos meses desde que le suturaron la herida y él no sentía ninguna molestia. Él estaba naturalmente bien.

Ye Wenming le ordenó al conductor: "Conduce".

El coche se alejó lentamente de la Residencia Ye y se dirigió hacia la mansión.

Zhuo Qianyun se quedó sentada en silencio en el asiento trasero y no dijo nada hasta que Ye Wenming preguntó de repente: "¿Por qué saliste sola cuando te lastimaste el pie? ¿Mi madre te contactó y te pidió que salieras de la mansión para encontrarte con ella?".

Él se enteró de que ella había salido la mansión sola después de recibir la noticia de que el personal de su madre la había llevado a la Residencia Ye.

"No, solo salí de la mansión para comprar un medicamento para mi tobillo. Luego me encontré con el subordinado de tu madre frente a la farmacia después de comprar mi medicamento...". Mientras estaba en medio de su discurso, exclamó como si hubiera recordado algo: "¡Yo dejé el medicamento que compré en la casa de tu mamá! ¿Puedes... hacer que el coche se detenga en una farmacia para que pueda comprar otro?”.

Él frunció el ceño. "La mansión tiene un suministro regular de esos medicamentos. ¿Qué tan tonta eres para salir y comprarlo tú misma? ¿No le preguntaste a los sirvientes?".

Las comisuras de la boca de Zhuo Qianyun se torcieron cuando le dijo al conductor en la primera fila: "Conductor, ¿puede detenerse si pasa por una farmacia? Bajaré a comprar un medicamento".

Los ojos de Ye Wenming brillaron levemente antes de decirle al conductor: "No te detengas. Conduce directamente a la mansión".