Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 2622

"Tú...".

"Lo siento, hice una investigación básica sobre ti. Después de todo, hay algunos datos básicos sobre ti que debo tener en cuenta si realmente vamos a salir", dijo Gu Lichen.

Zhong Keke guardó silencio. 'Entonces, ¿él conoce toda mi información básica? ¿Es por eso que pudo decir mi nombre frente a Yan Luochu?'.

"¿Quién diablos eres?", preguntó Zhong Keke.

Ella reconoció el logo del coche en el que estaban. Era un Cayenne, el cual no era barato. No era algo que la gente corriente de la clase trabajadora pudiera pagar.

Él consiguió toda su información básica en solo un día después de que ella aceptara ser su novia. Ella podía darse cuenta de que él no era un hombre ordinario.

"Gu Lichen", dijo.

"¿Cómo deletreo eso?".

"G-U-L-I-C-H-E-N", dijo él.

"Suena como un buen nombre", murmuró ella.

Gu Lichen miró a la persona a su lado. A juzgar por su expresión, ella parecía jamás haber oído hablar del nombre.

"¿Sabes qué? El apellido Gu es uno de los diez principales apellidos de los protagonistas masculinos en las novelas románticas", dijo ella, al pensar en una publicación que había visto antes.

"¿Apellidos para los protagonistas masculinos?". Él estaba ligeramente sorprendido.

"Sí, a muchos escritores les gusta dar a sus protagonistas masculinos el apellido Gu", dijo ella.

Zhong Keke escuchó atentamente y se dio cuenta de que el coche se había detenido en la entrada de un restaurante cuando terminó de hablar.

"Parece que no comiste mucho hace un momento. Comamos aquí. La comida en este restaurante es bastante deliciosa", dijo Gu Lichen.

"Está bien, claro", respondió Zhong Keke mientras seguía a Gu Lichen fuera del coche.

El gerente del restaurante evidentemente conocía a Gu Lichen. Tan pronto vio a Gu Lichen, se acercó a él emocionadamente y le dijo: "Señor Gu, ha venido. ¿Quiere la misma sala privada?".

"Sí, dame la misma sala privada", dijo Gu Lichen.

El gerente guió el camino. Una vez que Zhong Keke siguió a Gu Lichen a la sala privada, se dio cuenta de que era grande. Además de la mesa del comedor, también había un sofá, una mesa de café, una mesa de billar, una pantalla electrónica, y demás. Era suficientemente grande para celebrar una pequeña fiesta.

Cuando ella abrió el menú y miró la comida, los precios indicados casi la sorprendieron tanto que no tuvo el corazón para pedir nada.