Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 2734

No era fácil para la gente común verlo tan de cerca, y el hombre ahora estaba sentado a su lado.

Zhong Keke miró a Gu Lichen y no pudo evitar caer en una especie de trance. A veces lo encontraba increíble cuando pensaba en ello. Se puso en contacto con Gu Lichen de esa manera.

—Gracias por hoy, de verdad. —La voz de Gu Lichen sonó de repente. Aunque sus ojos aún estaban cerrados como si estuviera tomando una siesta, era obvio que en realidad no estaba dormido.

—¿Qué hay que agradecerme? Además, me presentaste a muchas personas hoy. Hablando de eso, debería agradecerte —dijo Zhong Keke. Sin duda, Gu Lichen la estaba ayudando a expandir su red.

Gu Lichen murmuró:

—Hablando de eso, tus actitudes de hoy son incluso mejores de lo que esperaba. Por cierto, ¿de qué hablaron Yiran y tú cuando Jinli y yo fuimos a buscar comida?

—Acabamos de hablar de ti. Yiran dijo que eres un buen tipo. Luego dije que tenía suerte de ser tu novia. Cosas así —dijo Zhong Keke.

—Un buen tipo ... —se burló Gu Lichen. Yiran había dicho que era un buen hombre en el pasado, y todavía decía lo mismo.

Pensó él: “Soy un buen chico... ¡Pero ella no se enamorará de mí!”.

—¿Crees que tienes suerte? —preguntó Gu Lichen.

Zhong Keke respondió:

—Sí. Me ayudaste. Tal vez mi vida hubiera sido diferente si no te hubiera conocido.

Le pidió a alguien que la salvara en el set de filmación. Después de eso, podría enfrentar a las personas que querían lastimarla sin miedo. Incluso tuvieron miedo de ponerle una mano encima a causa de él.

Todo fue claramente por su culpa.

Después de una pausa, Zhong Keke dijo:

Cuanto más amaba a Ling Yiran, más se preocupaba por todo sobre ella.

¡Su miedo y preocupación solo crecieron cuando vio que su vientre se agrandaba!

Zhong Keke miró inexpresivamente al hombre frente a ella. No era tan indiferente como un muñeco delicado como de costumbre. En este momento, estaba lleno de ira, insatisfacción y... miedo como la gente común.

—¿Estás realmente preocupado por Ling Yiran? —Zhong Keke murmuró.

Se congeló cuando sus ojos cambiaron ligeramente. Luego, sacudió la cabeza vigorosamente.

—¿Qué me pasa? ¿Cuál es el punto de decirte esto?

Dicho esto, su cabeza descansó en el respaldo de la silla una vez más.