Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 2783

Resumo de Capítulo 2783: Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante

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El médico le espetó:

—¿Cómo pudiste dejar que una chica bebiera tanto? ¿No la detuviste? Beber demasiado alcohol puede causar accidentes. Si te enfermas y quieres vomitar, puedes morir si el vómito se te queda atascado en la ¡garganta!

El doctor lo regañó mientras examinaba a Zhong Keke.

Gu Lichen escuchó las reprimendas del doctor como un estudiante obediente y no las refutó. Simplemente miró preocupado a Zhong Keke.

—¿Cómo está ella? ¿Está bien?

—Parece que todo está bien hasta el momento. ¿Cuánto bebiste? —preguntó el médico.

Gu Licuen se quedó helado. Hablando de eso, él no tenía idea de cuánto bebía. La gente ya la obligaba a beber cuando la veían.

El médico se quedó atónito al instante.

—¿Qué tal esto? Por si acaso, vamos a tomar una muestra de sangre y ver cuál es el nivel de alcohol.

—Está bien —respondió Gu Lichen.

El médico recetó la orden de un análisis de sangre. En este momento, Zhong Keke, que estaba acostada en la cama, abrió los ojos de repente. Sus ojos redondos y borrachos miraron directamente a Gu Lichen.

Gu Lichen se quedó inmóvil, sin esperar a que Zhong Keke abriera los ojos.

—¿Estás despierta? —preguntó.

Zhong Keke sonrió. Su sonrisa parecía ridícula. Aunque ella lo estaba mirando, su enfoque estaba un poco desviado.

Supo al instante que ella no estaba sobria, a pesar de que tenía los ojos muy abiertos.

—Bien, ve a sacar sangre —El médico le entregó a Gu Lichen la orden del análisis de sangre.

—¿Por qué no...? ¿Por qué no hago lo que quieras después de que te saquen la sangre?

Así fue como sus padres lo persuadieron cuando era niño. A menudo aceptaban una petición si querían que él hiciera algo.

Parecía entender lo que él decía. Sollozó y levantó la cabeza. Sus ojos redondos y llorosos lo miraron fijamente.

—Quiero besarte, ¿puedo...

...Por un momento, Gu Lichen no tuvo idea de si debiese estar de acuerdo.

—Está bien, apúrate y extrae tu sangre —insistió el doctor.

Gu Lichen tomó a Zhong Keke, salió de la sala de emergencias y se apresuró al mostrador de recolección de sangre.

Cuando llegaron al mostrador de recolección de sangre, no hubo necesidad de hacer fila porque ya era de noche. Gu Lichen colocó cuidadosamente a Zhong Keke en la silla en el mostrador de recolección de sangre. Luego, levantó la manga derecha de Zhong Keke.

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