Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 283

"Ya sea que seas ella o no, solo estarás conmigo por el resto de tu vida. ¡No habrá nadie más!", él dijo con frialdad mientras miraba la foto.

Su tono de voz era dominante.

¡Él nunca la dejaría ir, ni le daría ninguna oportunidad a nadie más!

...

En la habitación privada de un club ostentoso, Ling Luoyin tenía dificultad para complacer a Gu Lichen.

Ling Luoyin no tenía garantías, por lo que necesitaba trabajar más duro para ganarse a Gu Lichen.

Sin embargo, lo que la frustraba ahora era que, desde que ella entró a la habitación privada, él solo había estado preguntando por Ling Yiran, queriendo saber cómo era ella de niña, cómo eran sus estudios, y así sucesivamente.

Todo lo que involucraba a Ling Yiran, grande o pequeño, él quería saberlo.

'¿De qué demonios se trata esto? ¡Yo soy su novia ahora!' Ling Luoyin rugió salvajemente en su cabeza, pero aun así tenía que mantener una sonrisa gentil en su rostro y una expresión fraternal mientras contaba algunas de las cosas que recordaba sobre Ling Yiran.

Lo que ella hablaba en ese momento no era más que asuntos triviales y pequeños de la vida.

Sin embargo, Gu Lichen escuchó con entusiasmo, lo que hizo que Ling Luoyin se sintiera aún más avergonzada.

Finalmente, después de terminar de contar algunas historias sobre Ling Yiran cuando era niña, Ling Luoyin dijo coquetamente: "Lichen, yo sé que estaba equivocada antes, y... mi papel original de segunda protagonista femenina ya no existe. Todos se ríen de mí y dicen que todas tus ex novias eran las mejores actrices y celebridades superiores. Yo soy la más insignificante".

"¡Genial! ¡Eres tan bueno conmigo, Lichen!". Ling Luoyin dijo e intentó caer en sus brazos.

Sin embargo, Gu Lichen la apartó. Al momento siguiente, su mano estaba presionada contra su cara, cubriendo la parte superior de ella y exponiendo solo sus labios y mandíbula.

"Lichen...". Ling Luoyin estaba un poco asustada. Ella no sabía lo que Gu Lichen quería hacer.

Gu Lichen se quedó mirando sus labios en trance, con las puntas de los dedos tocándolos ligeramente. Se veían como... sus labios, como los de la niña que recordaba, que también se veían como... los labios de Ling Yiran.

Por extraño que parezca, a pesar de que él sabía que Ling Yiran no era la que estaba buscando, no podía evitar querer saber más sobre la mujer, incluso las cosas más triviales sobre ella.