Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 305

"... No", dijo Qin Lianyi, pero ella podía adivinar por qué Yi Jinli vino por ella. Probablemente fue por Yiran.

"Si no, ¿por qué vino a buscarte tan tarde en la noche?". Bai Tingxin dijo con frialdad. "¿Qué mujer en la Ciudad de Shen puede obligarlo a hacer eso? ¿O fue por él que no viniste a buscarme en todos estos años?".

Había un leve indicio de celos en su voz.

Qin Lianyi se quedó sin palabras. ¡Por favor, si solo ella estuviera a la altura de los estándares de Yi Jinli! Yi Jinli estaba detrás de Yiran, ¿de acuerdo?

"No tiene nada que ver con él. Simplemente nunca te busqué", dijo Qin Lianyi. Habían pasado demasiadas cosas desde que ella regresó. ¿Cómo podía tener tiempo para pensar en otra cosa?

Además, ella solo lo consideraba como un encuentro extranjero y la noche entre ellos como un accidente. Ella planeó mantener ese secreto por el resto de su vida. Ni siquiera se lo dijo a sus padres ni a Yiran.

Él parecía estar más enojado que nunca. Él la miró ferozmente mientras apretaba sus delgados labios juntos, y al final, todo lo que dijo era: "Tienes una manera de cabrear a la gente".

Él era bueno controlando sus emociones desde que era pequeño. Como nació fuera del matrimonio, él siempre había sabido aguantar sus alegrías y tristezas antes de estar seguro.

Sin embargo, ella era la única que parecía afectar particularmente sus emociones. Él parecía ser capaz de liberar completamente sus emociones frente a ella y no necesitaba tener ninguna carga.

Los pocos días que ellos pasaron juntos fueron dulces y dolorosos para él. A menudo pensaba en ellos en su tiempo libre durante los tres años.

Cuanto más felices eran esos días, más doloroso era cuando ella se fue sin despedirse.

"Todavía no, pero... llamé a la policía", dijo Ling Yiran.

"Estoy jodida. La policía probablemente llamará a mis padres", Qin Lianyi se lamentó y tenía prisa por irse.

Ella probablemente tendría que lidiar con el llanto y los gritos de sus padres si regresaba.

Sin embargo, una mano se interpuso en su camino. "¿He dicho que te puedes ir?".

Qin Lianyi se sorprendió mientras Ling Yiran se lanzó hacia adelante, protegiendo a su mejor amiga detrás de ella. "No tienes derecho a detener a nadie, y he llamado a la policía. Si no quieres problemas, será mejor que dejes ir a Lianyi".