Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 390

El comentario enfureció a Ling Guozhi. Cuando trató de interrogar al casero, éste ya había colgado.

"¿Qué pasa? ¿Le pasó algo al ataúd cinerario?". Fang Cuie le preguntó a su esposo de inmediato.

"¡El casero dijo que alguien fue anoche y se llevó el ataúd cinerario!", dijo Ling Guozhi.

"¿Se lo llevaron? ¿Qué hay de nuestros 50 millones de dólares? ¡Sin el ataúd cinerario, esa moza no nos dará 50 millones de dólares!". Fang Cuie estaba preocupada ahora. De repente, pensó en otra posibilidad. "Hablando de eso, ella debe haberle pedido a alguien que se llevara el ataúd cinerario...”.

Con el ceño fruncido, Ling Guozhi simplemente tomó su teléfono y marcó el número de Ling Yiran.

Momentos después, Ling Yiran respondió el teléfono. "¿Sí?".

"Yiran, lo he pensado. Después de todo, somos padre e hija. Pase lo que pase, seguimos siendo parientes. Si realmente no puedes darme los 50 millones de dólares que acordamos ayer de una vez, primero puedes darme la mitad. Te diré dónde está enterrada tu madre. Te has llevado bien con Yi Jinli, ¿no? El dinero no debería ser un problema para él”, dijo Ling Guozhi. Aunque el ataúd cinerario había desaparecido, todavía quería intentar chantajearla.

Si no fue su hija quien se llevó el ataúd cinerario anoche, entonces podría arreglárselas con 25 millones de dólares. Podría simplemente comprar un ataúd cinerario y poner cenizas falsas en él para engañarla.

Lo que no vio fue la cara decepcionada de Ling Yiran en el otro extremo del teléfono.

Este era su padre, y estaba usando las cenizas de su madre para sacarle dinero. ¿Realmente se estaba aprovechando de la muerte de su madre?

"Está bien. Recibí las cenizas de mamá ayer, y ya la enterré”, respondió Ling Yiran.

¿Yi Jinli estaba con su hija mayor? ¿Escuchó su conversación telefónica?

"Bueno... Bueno...". Antes de que Ling Guozhi pudiera terminar su oración, la llamada al otro lado del teléfono había sido cortada.

Ling Guozhi solo podía mirar su teléfono.

"¿Qué pasó?". Fang Cuie preguntó rápidamente. No había puesto la llamada en el altavoz, por lo que ella no escuchó lo que dijo Yi Jinli.

"¿Qué más? ¡Esa chica tiene futuro! ¡Tiene a Yi Jinli para protegerla!", gruñó Ling Guozhi. Su hija mayor tenía a Yi Jinli como respaldo, pero no pudo sacar nada de eso. Eso era lo que más le molestaba.