Resumo de Capítulo 400 – Uma virada em Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante de Internet
Capítulo 400 mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante, escrito por Internet. Com traços marcantes da literatura Romance, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.
Era imposible decir que no. Para cuando Ling Yiran se recuperó, ya estaba en la cama con Yi Jinli.
Ling Yiran suspiró. ‘Está bien, durmamos juntos’. No era como si no hubieran dormido así antes.
Sin embargo, mientras estaba en la cama, no tenía sueño debido a su presencia.
Por lo tanto, Ling Yiran solo pudo encontrar algo para decir: "¿Por qué todavía me llamas Hermana?".
"¿No te gusta que te llame así?".
Ella vaciló. "En realidad no, solo creo... Eh, me parece un poco extraño que me llames así, ya que estamos saliendo". Si los extraños que no sabían de su relación lo escucharan llamarla así, podrían pensar que ella era su hermana.
Sin embargo, ella ya estaba acostumbrada. Después de todo, la había estado llamando así desde el principio.
"¿Qué tal si te llamo Yiran frente a la gente? En cuanto al término Hermana... será entre tú y yo", dijo.
"A ti... parece que te gusta llamarme Hermana", dijo.
"Sí. Porque es la primera vez que alguien me pide que la llame Hermana".
De repente se sintió avergonzada.
"Cuando te llamo Hermana, es como si hubiera una conexión constante entre nosotros", dijo.
Un destello de duda apareció en los ojos de ella ya que no entendía lo que él quería decir con conexión constante. Sin embargo, no respondió más. Él solo le dijo: "Ahora, vete a dormir".
Ella respondió y cerró los ojos sin tener la menor intención de apagar la lámpara junto a la cama.
Él miró la lámpara de la mesilla de noche y hubo un destello de complicación en su expresión.
Su corazón no pudo evitar sentirse celoso al pensar en esto.
"¿Cuándo voy a ser la persona más importante en tu vida, Hermana?". Su suave voz era baja y vagaba por la habitación mientras sus ojos miraban silenciosamente su rostro bajo la luz de la lámpara.
Cada vez que la llamaba Hermana, era como si realmente fueran una familia. Era como si no pudieran separarse sin importar lo que pasara.
Se estaba dando a sí mismo una capa adicional de seguridad, temiendo que algún día, no estarían relacionados en absoluto.
Ya fuera que ella lo considerara un amante o un miembro de la familia, él quería ser alguien a quien ella no pudiera dejar ir.
Esto se debía a que él sabía a qué sabía el abandono. Una vez fue abandonado por su propia madre. Esta vez, no dejaría que ella lo abandonara.
¡Ciertamente no lo permitiría!
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