Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 404

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Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante por Hinovel

Ella no quería que el pequeño restaurante en el que Hermana Zhuo había trabajado tan duro para administrar fuera arruinado por estas personas.

Quizás era el llamado ‘sentido de la justicia’ en su cuerpo que había comenzado a crecer de nuevo. Después de todo, ¿no se convirtió en abogada con la esperanza de que se hiciera justicia?

Cuando terminó de hablar, los rostros de los hombres adquirieron una expresión espantosa. Entonces, uno de ellos miró a su alrededor, luciendo aprensivo.

Justo cuando Ling Yiran estaba a punto de irse, uno de ellos agarró repentinamente a Ling Yiran del brazo, tratando de evitar que se fuera.

El hombre tiró tan fuerte que Ling Yiran dejó caer su teléfono, haciéndolo caer al suelo.

Alguien vio la pantalla de su teléfono en la interfaz de grabación y gritó con una expresión espantosa: "¡Está grabando, Jefe!".

"Mierda. ¿Cómo te atreves a hacer un truco así?". Uno de ellos se enfureció tanto que levantó la mano para golpear a Ling Yiran, olvidándose de que estaba al aire libre con los fanáticos del elenco a su alrededor.

De repente, hubo un grito de sorpresa por todos lados. Ling Yiran cerró los ojos inconscientemente y levantó la mano en un intento de bloquear la mano que caía.

Sin embargo, los gritos de sorpresa parecieron cambiar un poco. Hubo jadeos y exclamaciones, pero Ling Yiran no sintió dolor. En cambio, sintió una mano en su hombro, atrayéndola hacia un abrazo ligeramente frío.

Ling Yiran abrió los ojos y vio una cara hermosa con bordes afilados. Sin embargo, el rostro generalmente indiferente del hombre ahora estaba un poco enojado.

"¿Qué está pasando?". La voz de Gu Lichen era horriblemente fría mientras agarraba la mano que estaba a punto de golpear a Ling Yiran.

La frente del hombre estalló en un sudor frío. Sentía como si su mano estuviera a punto de romperse. Sin embargo, lo que lo asustó más que el dolor en su mano era el hombre frente a él.

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