Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 454

Si el tirano local de Ciudad Shen quería ayudar a alguien a revertir un caso, ¡seguro que sería un éxito!

Además, ¡Yiran era inocente! ¡Quienquiera que estuviera detrás de esto seguramente sería descubierto!

Qin Lianyi, aliviada de su tristeza, se animó. "Es casi mediodía. Almorcemos juntos”.

Ling Yiran asintió y los cuatro salieron del centro de detención antes de entrar en su coche.

Qin Lianyi estaba ocupada revisando la lista de comidas recomendadas en Ciudad S y encontró varios restaurantes para probar. Luego, le pidió a Ling Yiran que eligiera uno. Los dos hombres no tenían objeciones, por lo que Bai Tingxin condujo hasta el restaurante.

Era un restaurante de especialidades locales aquí en Ciudad S, y tenía una reputación establecida hacía mucho tiempo. Los cuatro salieron del coche y pidieron una habitación privada antes de comenzar a ordenar.

Por supuesto, Qin Lianyi hizo la mayor parte de los pedidos, pero basó sus pedidos en las recomendaciones que leyó en línea.

Como Qin Lianyi había ordenado refiriéndose a su teléfono, miró los 20 o más platos. Ellos solo eran cuatro, por lo que dijo avergonzada: "Parece que hemos pedido demasiado".

"Puedes pedir lo que quieras. Rara vez venimos aquí, así que también podríamos probar más de las especialidades de este lugar", dijo Bai Tingxin.

Qin Lianyi volvió a sentirse tranquila de inmediato.

Luego, mientras esperaba que sirvieran los platos, Qin Lianyi sostuvo su teléfono y le mostró a Ling Yiran los diversos carteles La Amante del Rey, la serie de televisión que le recomendó antes.

"¿Qué piensas? ¿No es el vestuario de Gao Jingshan varonil, seductor y sexy?". Qin Lianyi dijo con cierta emoción.

¡Los ojos de Qin Lianyi se abrieron con admiración en su rostro!

¡Ay Dios mío! ¿Yi Jinli iba a ayudar a Yiran a conocer a su ídolo? Qin Lianyi quedó impresionada. ¡Era simplemente genial! Con las habilidades de Yi Jinli, sin importar de qué celebridad fuera fanática Yiran, Yi Jinli podía invitarlos a salir.

Bai Tingxin miró a Qin Lianyi y su rostro parecía mucho más sombrío. ¿Esta mujer... necesitaba mostrar su envidia tan visiblemente en su rostro?

Solo era una celebridad. ¿Era tan bueno así? Era solo una reunión para obtener su firma. ¿Realmente podría ser tan envidiosa?

En ese momento, el camarero entró con los platos, rompiendo la atmósfera inquietante en la sala privada.