Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 481

Resumo de Capítulo 481: Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante

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Se sintió relajado a pesar de que ella solo estaba sentada a su lado.

Era como si con solo mirarla, él pudiera aliviarse de la extenuante tensión diaria que sufría en este mundo donde todos debían valerse por sí solos.

Otros solo veían lo glorioso que era, pero él sabía que cuanto más alto estuviera y más dinero y poder tuviera, más gente a su alrededor trataría de manipularlo.

Podía parecer glorioso, pero de hecho era peligroso. Cualquier descuido podría acabar con el vasto imperio de la familia Yi.

Por lo tanto, necesitaba ser extremadamente cuidadoso con cada paso que daba. Planificar diez pasos por delante antes de dar un paso era la norma para él. Estaba tan ocupado calculando todas las posibilidades que se le olvidó que era relajarse.

Quizás ella era la única que podía darle esa sensación de alivio.

Cuando el coche entró en la estación de servicio y Yi Jinli salió a comprar agua, Ling Yiran permaneció en el asiento del pasajero delantero. Ella miró el volante.

Todavía recordaba la emoción de sentir el volante por primera vez cuando estaba aprendiendo a conducir. El dinero que gastó para obtener su licencia de conducir lo pagó con sus primeros honorarios legales.

No pensó que un año después de aprender a conducir, sufriría lo que para ella fue una pesadilla.

¿Cuánto tiempo hacía que no tocaba un volante? Casi sin control, Ling Yiran levantó la mano y alcanzó el volante.

Cuando sus dedos tocaron el volante, su corazón pareció ir tan rápido que casi se le salió por la garganta.

En ese momento, solo podía ver cómo se extendía el fuego. Si... Si su coche hubiera golpeado el tanque de gasolina, su coche también estaría en llamas. Ella habría...

Apenas podía concebirlo.

Incluso Lianyi dijo que tenía suerte de estar viva.

En el momento en que vio el fuego, su cuerpo se estremeció tanto como ahora...

En ese momento, la puerta del coche se abrió y Ling Yiran inconscientemente levantó la cabeza para mirar hacia el asiento del conductor.

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