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Sin embargo, el director Xiao mantuvo una sonrisa en su rostro. Dijo: "No hay problema, no hay problema. Creo que Jingshan estará feliz de tener una fanática así".
Después de intercambiar más cumplidos, el director se fue.
Ling Yiran estaba un poco sorprendida. No esperaba que Yi Jinli la ayudaría a conocer a Gao Jingshan y… Ah, ser una fanática.
"¿Qué pasa?". Miró la expresión vacía de su rostro. "¿Estás contenta de saber que te tomarás una foto con Gao Jingshan y conseguirás su autógrafo?".
"Estoy feliz. Eh, pero no ese tipo de feliz... Es solo...". Ella estuvo un poco incoherente por un momento. Lo que la ponía más contenta no era ver a Gao Jingshan de cerca, tomarse una foto con él y obtener su autógrafo, sino los gestos casuales de Yi Jinli que la hacían sentir apreciada.
Ella no era solo una persona extra, prescindible o incluso una maldición odiada por sus seres queridos.
"Bueno, no importa qué tipo de felicidad sea, siempre que sea tu deseo, te ayudaré a hacerlo realidad", susurró Yi Jinli mientras se inclinaba ligeramente para mirarla a la altura de los ojos. "Es solo que la persona que más amas debo ser yo, ¿de acuerdo? Nunca debes cambiar eso".
Su voz magnética era como el susurro de un amante, tenía un tono seductor. Su mirada estaba ardiendo.
Era como si el susurro casual fuera una promesa, y ahora él exigía su promesa.
Ling Yiran no pudo evitar asentir. "Seguro”. Pensó que la persona que más amaba ya era él. Era él quien la hacía sentir la sensación de ser apreciada y atesorada.
¡Era él quien le hizo entender que había una persona que la tomaría tan en serio en este mundo y que había alguien que la amara tanto!
Yi Jinli sonrió con satisfacción. Zhuo Yan, intercalado entre ellos, echó hacia atrás su barbilla pequeña. Sus ojos grandes y hermosos estaban llenos de confusión. Se preguntaba qué estarían diciendo los adultos.
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