Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 565

"Si quieres verme llorar, lloraré". Su voz volvió a sonar en el aire.

Sus ojos se abrieron, sorprendida y su rostro estaba incrédulo. ¿Dijo... que lloraría?

"¿Qué pasa?", preguntó con una sonrisa.

"Tú dijiste que tú...".

"Si quieres verlo, lo haré. Haré todo lo posible para hacer lo que tú quieras", dijo mientras se inclinaba lentamente, su rostro hermoso repentinamente agrandado frente a sus ojos.

Ling Yiran miró fijamente su rostro que estaba tan cerca del de ella. Su rostro se reflejaba en sus pupilas oscuras. Él sonrió y habló con una expresión seria como si todo lo que ella tuviera que hacer era decir ‘sí’ y él lloraría y derramaría lágrimas.

"¿Quieres?". Su voz sonó de nuevo en su oído. Sus susurros eran como las cosas dulces más conmovedoras.

Ling Yiran sacudió la cabeza y respondió: "No".

Su respuesta puso un destello de duda en sus ojos. "¿Por qué?".

"Porque estaré angustiada. Si lloras, significa que estás muy molesto y no quiero verte molesto", dijo.

Los ojos de él brillaron. Sus palabras eran como una corriente cálida que fluía por sus oídos poco a poco y se filtraba en su corazón y sus pulmones.

El mundo estaba lleno de gente que le deseaba mala suerte. La mayoría de sus amigos lo respetaban y le temían, y su padre había amado tanto a su madre que su padre le dio poco amor. En cuanto a su madre, él era solo un peón para ella. Un peón que le daría acceso a una familia rica y poderosa.

Finalmente, cuando ya no pudo desempeñar ningún papel como peón, su madre se alejó y dejó de preocuparse por él.

Con ella alrededor, no estaría tan solo...

...

Al día siguiente, cuando Ling Yiran regresó al pequeño restaurante después de entregar comida, encontró a Gu Lichen sentado en una mesa del pequeño restaurante.

Zhuo Qianyun se acercó al lado de Ling Yiran y susurró: "Gu Lichen ha estado aquí desde hace un tiempo. Está aquí por ti".

Tomando una respiración profunda, Ling Yiran caminó hacia la mesa de Gu Lichen y lo miró a los ojos. "¿Cómo puedo ayudarle, Sr. Gu?".

"Olvidé mis modales anoche", dijo Gu Lichen. Ayer fue el día en que la niña lo cargó colina abajo y también el día en que se separó de ella.