Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 69

Al escuchar el nombre de Ling Yiran, Xiao Ziyi sintió el estómago lleno de ira. Cuando Ling Yiran había causado aquel accidente de auto en ese entonces, ella había escuchado a menudo a personas en fiestas de alta gama hablando de cómo la familia Xiao estaba condenada, y le había causado mucha vergüenza.

No fue sino hasta que su hermano había empezado a salir con Hao Yimeng que ellos finalmente dejaron de hablar al respecto.

“Ling Yiran es realmente una maldición en nuestra familia Xiao. Afortunadamente, mi hermano terminó con ella ese año. Ella no es digna de él en absoluto. Escuché que ahora es una barredora de calles. ¿Qué tan vergonzoso es eso? ¿Cómo pudo el juez sentenciarla a solo tres años en prisión? En mi opinión, ¡ella debió haber sido sentenciada al menos a diez o veinte años!”

Xiao Ziyi siguió hablando sobre Ling Yiran con una expresión de asco, pero entre más ella hablaba, más asustado se sentía Xiao Ziqi en su corazón.

Después de todo, ¡Ling Yiran estaba con Yi Jinli! Aún si Yi Jinli no había declarado claramente cuál era la relación entre ellos, como un hombre, Xiao Ziqi podía más o menos adivinar al respecto.

“Ya es suficiente. Ziyi, no hables más sobre ella. Cuando veas a Ling Yiran, más te vale que te comportes”, dijo Xiao Ziqi.

Xiao Ziyi respondió descontenta, “Hermano, ¿qué sucede contigo? Yo solía hablar sobre ella todo el tiempo, pero tú nunca dijiste nada. ¿Por qué la estás protegiendo ahora?”

“Ziqi, ¿no me digas que tú aún tienes sentimientos hacia ella?”, dijo la Señora Xiao con preocupación.

Cuando el Amo Xiao escuchó esto, inmediatamente frunció el ceño y dijo, “ni siquiera lo pienses. Ling Yiran ni siquiera debería pensar en cruzar la puerta de mi familia Xiao”.

“No tengo sentimientos hacia Ling Yiran, ¡pero ella es alguien a quien no podemos permitirnos ofender! ¡Eso es todo lo que puedo decir!”, dijo Xiao Ziqi mientras apretaba los dientes.

“¿No podemos permitirnos ofender?” Xiao Ziyi se burló de sus palabras. “Hermano mayor, ¿de qué estás hablando? Ling Yiran es una trabajadora de sanidad. ¿Por qué no podemos permitirnos ofenderla?”

“Solo escúchame. ¡No hagas daño a toda la familia Xiao más adelante sin siquiera saberlo!”, advirtió severamente Xiao Ziqi.

“Congming, ¿qué crees que haría Ling Yiran si se enterara de mi verdadera identidad?” Su elegante voz, con un toque de pereza a través de ella, sonó en la oficina del presidente.

Gao Congming, quien estaba recogiendo los documentos que su jefe había aprobado y estaba listo para salir de la oficina,se sorprendió. “Uhh…”

“¿Eh? ¿Es muy difícil responder a esta pregunta?” Yi Jinli alzó sus cejas.

“No es difícil, pero no sé si mi jefe estaría dispuesto a aceptar mi respuesta”.

“La Señorita Ling podría sentirse engañada”, dijo Gao Congming de forma eufemística. De hecho, no era una posibilidad, sino una certeza.