Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 704

’¡Nunca dejaré que ella lo recuerde, no importa de qué manera!’.

‘¡Quiero que ella piense en mí solamente!’.

...

Por la noche, Ling Yiran estaba aturdida.

Yi Jinli entró al baño con Ling Yiran en sus brazos. La metió suavemente en la bañera llena de agua tibia y la limpió suavemente.

Ella inclinó la cabeza hacia un lado y se quedó profundamente dormida, pero su rostro atractivo lo estaba volviendo loco de amor.

Si uno estuviera profundamente enamorado de alguien, se sentiría atraído por cualquier cosa que hiciera.

Ella era de piel clara, pero cuanto más clara era, más obvias eran las viejas cicatrices.

Estas cicatrices eran de cuando ella estaba en prisión.

Cada vez que él veía sus cicatrices, se sentía culpable y pesado en su corazón.

Tal vez le resultaría difícil deshacerse de este sentimiento por el resto de su vida.

¡Mientras él la amase, llevaría ese sentimiento consigo!

Además de las viejas heridas, había manchas rojas en su piel.

¡Era como si fueran la prueba silenciosa de que ella era suya!

Al día siguiente, parecía que Ling Yiran podía deslumbrar a los espectadores con su vestido plateado y joyas de rubí, especialmente después de la ayuda del estilista.

Incluso Ling Yiran se miró inexpresivamente en el espejo.

¿Cómo podía poner esto en palabras? El estilista la había maquillado ligeramente hoy. Por lo tanto, no había mucha diferencia en sus rasgos antes y después del maquillaje, pero la sensación general había cambiado.

El maquillaje color melocotón agregó un toque divertido, haciendo que Ling Yiran se sintiera como si se estuviera viendo a sí misma en la universidad.

Ella se puso tacones de siete pulgadas y se dirigió con Yi Jinli a la feria comercial.

"¿Y si te avergüenzo más tarde?". Preguntó Ling Yiran en el camino. Después de todo, las ferias comerciales a las que asistía Yi Jinli no eran pequeñas, y con su estatus social, naturalmente llamarían la atención de todos.

Aunque ella se esforzaría por no avergonzarlo, estaba un poco preocupada al pensar en la vez anterior que lo había acompañado a un banquete y terminó siendo acosada.