Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 77

"¿Por qué debería disculparme?" Xiao Ziyi dijo enojada.

En ese momento, las personas se acercaron una tras otra. Uno de ellos reconoció a Hao Yimeng. Después de todo, ella era una estrella popular. Aunque llevaba gafas de sol y un sombrero que le cubría la mayor parte de la cara, no pudo evitar ser reconocida

"Es Hao Yimeng. ¿Es ese su prometido junto a ella?"

"¿Qué están haciendo aquí?"

"¿Qué le pasa a la escalera mecánica? ¿Pasó algo justo ahora?"

Las voces de discusión sonaban alrededor de ellos. Qin Lianyi ayudó a Ling Yiran a bajar las escaleras mecánicas. Al ver esto, Xiao Ziqi se apresuró a alcanzarlas.

Los ojos de Hao Yimeng mostraban su sorpresa. ¡No esperaba que Xiao Ziqi la dejara atrás y corriera tras Ling Yiran! Y las personas a su alrededor comenzaron a difundir los chismes.

"El prometido de Hao Yimeng fue a perseguir a otra mujer".

"Oh Dios mío, ¿es esto un maldito triángulo amoroso?"

El rostro de Hao Yimeng estaba lleno de vergüenza. Se cubrió la cara con las manos e hizo todo lo posible por evitar las cámaras de los teléfonos de la multitud. Luego, se fue con Xiao Ziyi a toda prisa.

Mientras tanto, Xiao Ziqi finalmente alcanzó a Ling Yiran y dijo ansiosamente: "Tú... ¿Cuánto cuestan tus gastos médicos? Yo los pagaré. Ziyi no lo hizo a propósito. Siempre y cuando no le digas a nadie sobre esto, podemos hablar..."

"¿Hablar de qué?" Qin Lianyi preguntó indignada. "Xiao Ziqi, ¿cómo te atreves a decir que tu hermana no lo hizo a propósito? Ustedes, la Familia Xiao, son verdaderamente únicos".

Qin Lianyi llevó a Ling Yiran al hospital, se registró en la recepción y luego esperó en la fila.

Aunque Ling Yiran no dijo nada, Qin Lianyi podía ver por su expresión que estaba muy adolorida.

Sin embargo, ella no sabía desde cuando su buena amiga había dejado de llorar del dolor frente a los demás.

¿Fue por esos días en prisión? ¿Había sufrido tanto que ya no iba a volver a llorar del dolor?

Pensando en el extraño accidente, Qin Lianyi sintió que las cosas no eran tan simples, pero no tenía pruebas que respaldaran su afirmación.

Al ver a su buena amiga sacar su teléfono, Qin Lianyi preguntó: "¿A quién llamas?"