Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 783

Zhuo Qianyun se sorprendió. Ella podía notar que algo andaba mal por la voz de Ling Yiran. "¿Qué pasa? ¿Pasó algo?".

"Sí. Te lo contaré otro día". Ling Yiran se esforzó por parecer natural. "Por favor, dile a Lil Yan que lamento no poder invitarlo a comer pastel hoy. Le compraré un pastel otro día".

"Si estás pasando por un mal momento, ven conmigo. Es posible que no pueda ayudarte mucho, pero es bueno tener una persona para que te aconseje”, dijo Zhuo Qianyun.

Ella pensaba en Yiran como una amiga.

Desde que salió de prisión, ella había dejado su ciudad natal para evitar a Ye Wenming y cortar los lazos con todos sus antiguos amigos. Era seguro decir que ella ahora solo tenía unos pocos amigos a su alrededor.

¡La única persona a la que podía llamar amiga era Yiran!

"Gracias, Hermana Zhuo. No te preocupes. Estaré bien", dijo Ling Yiran antes de terminar la llamada.

'Sí, estaré bien. Me rompieron el corazón de nuevo. Caí del cielo al infierno una vez más’.

‘No, no es el infierno. Al menos es mejor que la última vez que fui encarcelada por error’.

‘¡Ahora, al menos soy libre de ir a donde quiera y hacer lo que quiera!’.

'¡En lugar de estar simplemente en la cárcel donde me golpeaban y pateaban, y vivía todos los días con miedo!'.

Ling Yiran miró el teléfono que tenía en la mano. Era su viejo teléfono de antes.

Ella había roto el teléfono nuevo que Yi Jinli le compró en la colina ayer, así que volvió a colocar su tarjeta SIM en el teléfono viejo antes de ese, pero no podía soportar tirarlo.

Su sonrisa entristeció aún más a Qin Lianyi. "Vamos. Sube al coche primero", dijo Qin Lianyi. Después de todo, la parada del autobús no era un lugar para conversar.

Bai Tingxin salió del coche y ayudó a Ling Yiran a cargar las dos maletas.

Qin Lianyi llevó a Ling Yiran al asiento trasero del coche.

En el coche, Qin Lianyi no dijo nada, pero apretó con fuerza la mano de su mejor amiga. La mano de Yiran estaba tan fría a pesar de que claramente era la estación más calurosa del año.

Ling Yiran no tenía a dónde ir. Hacía tiempo que su casa de alquiler había cambiado de dueño.

Bai Tingxin encontró un hotel para que Ling Yiran pudiera quedarse por el momento. Sin embargo, Ling Yiran le pidió a Bai Tingxin que le reservara una posada barata.