Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 824

Bai Tingxin agitó la mano con tranquilidad. "Parece que no quieres disculparte después de intimidar a mi novia. Como su novio, tengo que defenderla. De lo contrario, ¿no me convertiría en un hazmereir?".

El hombre ahora estaba tirado boca abajo. El lugar donde Bai Tingxin le golpeó le dolía tanto que ya no podía hablar.

Luego, Bai Tingxin se dio la vuelta hacia Hao Yimeng. "¿Qué hay de usted, Señorita Hao? ¿Se va a disculpar?".

La pregunta aparentemente cortés tenía un tono peligroso. Hao Yimeng incluso tenía la sensación de que si decía que no, terminaría como el hombre que acababa de caer al suelo.

El hombre frente a ella no tendría ninguna compasión.

Hao Yimeng ahora había reconocido al hombre frente a ella. Era el nuevo patriarca de la familia Bai que acaba de asumir el cargo durante más de medio año: Bai Tingxin.

Se las arregló para hacerse cargo de la familia Bai con la identidad de un b*stardo, lo que significaba que no era un novato en términos de tramas y engaños.

La familia Bai estaba ahora en racha y se estaba expandiendo activamente en la Ciudad de Shen. A la familia Hao no le había ido tan bien en los últimos años. Varios proyectos importantes en curso habían sufrido pérdidas. Hace algún tiempo, su padre mencionó que quería colaborar con la familia Bai en varios proyectos.

Sin embargo, ella no esperaba que la novia de Bai Tingxin fuera... ¡la amiga de Ling Yiran!

El rostro de Hao Yimeng palideció mientras fruncía los labios rojos, solo sintiendo que el mundo era más pequeño de lo que imaginaba.

"¿No te vas a disculpar?". La voz de Bai Tingxin se volvió a escuchar.

Una frase escapó de la boca de Hao Yimeng con mucha dificultad. "Es mi culpa, Señorita...".

"Qin. El apellido de mi novia es Qin", dijo Bai Tingxin.

"Señorita Qin, por favor perdóneme". Con eso, Hao Yimeng se dio la vuelta sobre sus tacones y se fue sin mirar atrás.

Qin Lianyi todavía estaba un poco confundida. Desde la aparición de Bai Tingxin hasta las disculpas y la partida de Hao Yimeng, todo sucedió demasiado rápido.

Sin embargo, ella nunca pareció recordar.

‘En realidad no…’, pensó Qin Lianyi. Ella se lo tomó en serio cuando él dijo que quería convertirse en la persona que la defendiera ese día.

Era porque le importaba tanto que seguía pensando en ello.

"Por cierto, ¿por qué terreno vas a pujar?", preguntó Qin Lianyi mientras cambiaba de tema.

"¿Qué piensas? ¿Cuál es el mejor?", preguntó Bai Tingxin.

Qin Lianyi señaló inmediatamente los terrenos más populares y dijo: "Éste, por supuesto. Van a construir un complejo, ¿verdad? Me pregunto qué compañía de diseño asumirá este proyecto. Vaya, me muero de ganas de pensar en ello".

Bai Tingxin la miró pensativamente. "¿Por qué? ¿Quieres diseñar un complejo?".