Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 883

"¿Qué pasa? ¿Qué pasó?", preguntó Yi Jinli a la ligera.

"Es... sobre la Señorita Ling".

"¿Yiran?". La expresión de Yi Jinli cambió. "¿Qué le pasó a ella?".

"Um... Bueno, hoy la amiga de la Señorita Ling, Qin Lianyi, fue a buscar a la Señorita Ling, y fueron a un bar subterráneo para ver un espectáculo".

Al escuchar esto, Yi Jinli preguntó: "¿Qué pasa? ¿Alguien discutió con ellas?". A él no le preocupaba que ella saliera herida. Después de todo, había enviado a alguien para protegerla.

Si ni siquiera podían proporcionar protección básica, ellos no eran más que basura.

"No discutieron con nadie, pero King se presenta hoy en el bar subterráneo".

"¿King?". Yi Jinli arqueó ligeramente las cejas.

"Es una de las bandas de bar más populares últimamente. Sus espectáculos son... Um... Son populares entre las mujeres jóvenes", el tono de Gao Congming se volvió cada vez más suave.

Los ojos de Yi Jinli se entrecerraron. "¡Sigue!".

"Las actuaciones de King... incluyen mucho baile, y algo del baile... hace que las mujeres se vuelvan locas. Por ejemplo... se quitan... la ropa...".

Cuanto más hablaba Gao Congming, más asustado se ponía. Cuando dijo las palabras "se quitan la ropa", la expresión del presidente se hundió de inmediato. Instantáneamente sabía que se avecinaban problemas.

En ese momento, Qin Lianyi jaló con entusiasmo a Ling Yiran y dijo: "Oye, está a punto de comenzar. ¡Su espectáculo más candente está a punto de comenzar!".

Ling Yiran solo vio a los cinco chicos guapos en el escenario comenzando a quitarse los abrigos. Luego, comenzaron a bailar sincronizados en el escenario mientras Qin Lianyi se paraba en la silla y comenzaba a bailar al ritmo...

"¡Yiran, baila! ¡Bailemos juntas!". Qin Lianyi le dijo a Ling Yiran.

Ling Yiran se rio. Quizás era fácil soltarse en un entorno así, así que dijo: "¡Está bien!". Luego, ella comenzó a bailar con Qin Lianyi.

‘Debería dejar a un lado todos mis problemas. Será como si nunca hubiera estado en la cárcel, nunca hubiera experimentado dolor y, sobre todo, como si no me hubiera roto el corazón. ¡Sigo siendo la Ling Yiran que está motivada y tiene sueños infinitos!'.

Las dos mujeres continuaron bailando al son de la intensa música. Mientras tanto, un coche de lujo se había acercado a la entrada del bar subterráneo.