Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 890

Sin embargo, este método era efectivo en Qin Lianyi. Ella aflojó levemente sus dedos que agarraban el chaleco, pero parecía reacia. "Bai Tingxin... ¿Eres ... eres tan malo que ni siquiera me dejarás tener un chaleco?", ella habló con dificultad. Sus ojos borrachos estaban llenos de agravios.

"¿No dijiste que soy más encantador? Entonces, ¿por qué quedarte con el chaleco de otro hombre?", él estalló, olvidándose de que estaba discutiendo con una mujer borracha.

"Ellos... pueden bailar. Tú no puedes...", ella murmuró.

Bai Tingxin estaba tan furioso que dijo: "¿Cómo sabes que no puedo?".

"Entonces baila... Um... Baila... y quítate la ropa...", ella añadió al final.

Él la miró fijamente. "Si bailo para ti, ¿dejarás de pensar en otros hombres?".

"¡Sí... lo juro!". Ella asintió con su cabecita con algo de fuerza.

"Muy bien, recuerda tus palabras. Si te atreves a retractarte...". Él hizo una pausa. "No te daré la oportunidad de retractarte de todos modos".

Con eso, Bai Tingxin levantó las manos y se desabrochó la ropa frente a Qin Lianyi...

Él se estaba moviendo lentamente. Tales espectáculos no eran desconocidos en el extranjero.

Para él era fácil bailar y podía bailar mejor que esos hombres. Con tal de que ella pudiera mantener sus ojos en él.

‘Ella me dijo que me ama, ¿no? Sin embargo, ¿por qué siento que no puedo aferrarme a ella?’.

‘Quiero que ella me ame con todo su corazón y que me ame tanto que no se preocupe por otros hombres".

Él se quitó la ropa una a una.

Se escucharon dos fuertes golpes. Bai Tingxin había caído sobre la alfombra de la sala de estar mientras Qin Lianyi caía sobre el cuerpo de Bai Tingxin.

'Gracias a Dios. A ella probablemente no le dolió mucho la caída’.

Bai Tingxin pensó mientras un par de manos tocaban su abdomen. "Tienes... abdominales...".

Bai Tingxin se quedó sin habla. '¿Es este el momento de preocuparse por mis abdominales? Además, si ella sigue tocándome así, entonces yo…’.

Justo cuando Bai Tingxin trató de quitarse a Qin Lianyi de encima, la sirvienta entró con la sopa. ¡Ella se quedó petrificada al instante cuando vio lo que estaba pasando!

'¿Qué... qué está pasando aquí? La Señorita Qin se arrojó sobre el Joven Amo Bai con una mirada de necesidad en su rostro. Casi parece como si ella fuera a... Eh... Salirse con la suya con él’.