Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 910

Ling Yiran recibió una llamada telefónica de la Señora Zhuo. La Señora Zhuo sonaba angustiada por teléfono. "Yiran, bueno... Ye Wenming se llevó a Yun y Lil Yan. ¿Qué... Qué hacemos ahora? Ella me dijo que no me preocupara, pero cuanto... cuanto más lo pienso, más preocupada estoy. ¡Ella ya no contesta su teléfono!".

Ling Yiran estaba sorprendida. "¿Qué pasó? ¿Todavía están en la Ciudad de Shen?".

"Sí, estábamos a punto de registrarnos, pero Yun llevó a Lil Yan al baño. Los esperé, pero nunca llegaron, así que llamé y Yun dijo que estaba con Ye Wenming...".

La Señora Zhuo se estaba sofocando ahora.

Ling Yiran inmediatamente consoló a la Señora Zhuo, diciendo: "No se preocupe, Tía. Veré cómo resuelvo y la contactaré más tarde".

Ling Yiran frunció el ceño cuando colgó el teléfono. Ella pensó que las cosas serían mejores para la Hermana Zhuo después de mudarse a la Ciudad G.

Sin embargo, ¡Ye Wenming se llevó a la Hermana Zhuo y Lil Yan!

'¿A dónde los llevaría? ¿Están fuera de la ciudad? ¿O todavía están en la Ciudad de Shen?’.

'¿Qué tengo que hacer para encontrar a la Hermana Zhuo y Lil Yan? ¿Debo llamar a la policía?’.

‘Sin embargo, la Hermana Zhuo está con Lil Yan y no han desaparecido durante 24 horas. Además, la Hermana Zhuo y Ye Wenming se conocen. La Hermana Zhuo también le dijo a la Señora Zhuo que está con Ye Wenming y le dijo que no se preocupara...'.

Es posible que la policía ni siquiera se encargue del caso.

'En ese caso, la forma más rápida de encontrar a alguien en la Ciudad de Shen...'. El rostro de Yi Jinli pasó por la mente de Ling Yiran.

'Si Yi Jinli está dispuesto a ayudar, podría averiguar dónde están la Hermana Zhuo y Lil Yan en este momento’.

'Sin embargo... Yi Jinli...'.

En la gran sala de conferencias, un alto ejecutivo de Grupo Yi estaba dando una presentación.

Yi Jinli estaba sentado en la silla del presidente, reclinándose en la silla mientras miraba fríamente al alto ejecutivo que presentaba la serie de datos en la pantalla.

El alto ejecutivo solo sentía un sudor frío cubriendo su espalda. Aunque el presidente no decía nada, todos sabían que el presidente no estaba de buen humor estos días.

No, ¡incluso podrías decir que estaba de mal humor!

Varios altos ejecutivos habían sufrido a causa de esto.

El presidente no maldecía, pero la baja presión del aire era suficiente para hacer temblar a la gente. ¡Un vicepresidente incluso fue despedido ayer!