Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 924

"¡Tío!". Lil Yan gritó con algo de sorpresa.

Ye Wenming dio un paso adelante y frotó la cabeza del pequeño.

La Señora Zhuo se acercó después de escuchar el ruido. Cuando vio a Ye Wenming, su rostro palideció y quiso correr para agarrar a su nieto. Sin embargo, no pudo evitar temblar después de que Ye Wenming la miró.

Después de todo, este hombre le había hecho demasiado daño a la familia Zhuo.

Cuando su hija fue detenida, ella fue a rogarle para que no compareciera ante el tribunal y que no testificara contra Yun, pero sus esfuerzos fueron en vano. El hombre solamente la miró con frialdad y dijo: "¡Esto es lo que la familia Zhuo le debe a la familia Ye, y lo que ella le debe a Ziyin! Solo unos pocos años en prisión es una oferta demasiado grande para ella".

Zhuo Qianyun sabía que su madre tenía miedo, así que saltó hacia adelante y agarró la mano de la Señora Zhuo.

La Señora Zhuo se calmó un poco.

"Ye Wenming, salgamos y hablemos", dijo Zhuo Qianyun.

Ye Wenming solo sonrió levemente. "No estoy aquí por ti hoy". Mientras hablaba, él se puso en cuclillas y miró al pequeño frente a él. "Tu apellido no es Zhuo. Es Ye".

Zhuo Qianyun inmediatamente se puso rígida cuando él dijo eso. ¡De repente ella comprendió para qué estaba aquí!

'¡No! ¡No lo hagas! ¡No sigas!’.

'Si Lil Yan se entera...'.

Ella quería apresurarse. Quería quitarle el aparato auditivo a su hijo. Quería evitar que él escuchara lo que diría Ye Wenming a continuación.

"Te llevaré de regreso con la familia Ye y te dejaré reconocer a tu familia biológica. Ya no tienes que vivir en una habitación tan pequeña, y puedo conseguirte cualquier tipo de juguetes. ¡Ya nadie se reirá de ti!", dijo Ye Wenming.

Ye Wenming podía imaginar qué tipo de burlas podría encontrar un niño sordo.

Incluso si su hijo era discapacitado, ¡no dejaría que nadie lo ridiculizara!

Los ojos del pequeño se iluminaron al escuchar eso. Aunque no entendió del todo algunas de las palabras, entendió el resto.

"¿De verdad eres mi papi?", preguntó el pequeño.

"Sí". Ye Wenming dio una respuesta afirmativa.