Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 959

Resumo de Capítulo 959: Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante

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"Por supuesto, me preocupo por ti", él dijo.

"Él vino a verme, pero no dijo nada", ella dijo mientras se mordía el labio. Sentía como si él supiera todo sobre ella. ‘¿Él me está espiando?’.

"¿En serio?", susurró Yi Jinli mientras se acercaba a Ling Yiran: "Pero tengo curiosidad. ¿Por qué no le dijiste que fuiste tú quien lo salvó?".

Inmediatamente, ella se puso aún más rígida.

Él levantó la mano y le tocó los labios con las yemas de los dedos. Su elegante voz sonó una vez más como un violín melodioso. "Dime por qué".

Ling Yiran de repente encontró su nariz un poco dolorida.

'¿Por qué... él me está preguntando esto? ¿Él sabe que es porque lo amo, así que aunque lo recuerdo todo ahora, aún así elegí enterrar esos recuerdos?’.

Incluso cuando la Hermana Lifang tomó su lugar, ella no dijo ni una palabra.

Ella no quería hacer que él se molestara, así que rompió todos los lazos con Gu Lichen.

Ella pensó ridículamente que le había dado suficiente seguridad. Nunca pensó que ella no era tan importante como pensaba. Al final, resultaba que ella era solo algo que él podía abandonar en cualquier momento.

"¿Cómo sabes que no lo hice?", ella preguntó.

Sus ojos se oscurecieron. "Si le hubieras dicho, no hubieras vuelto a casa sola cuando te estaba esperando afuera hoy".

Si ella le hubiera dicho, Gu Lichen nunca la dejaría ir sola a casa.

Ling Yiran volteó la cabeza. "No hay nada de qué hablar. Todo está en el pasado".

En el siguiente segundo, él tomó su mano y tiró de ella debajo del grifo para hacer correr el agua fría sobre su mano.

"No te preocupes. Es solo una quemadura", ella dijo.

Sin embargo, él frunció el ceño y continuó dejando que el agua le pasara por los dedos.

"¡La sopa!". Ella gritó de manera ansiosa. Si la sopa seguía hirviendo, pronto se secaría.

"¿Estás preocupada por la sopa en un momento como este?". Él la miró malhumorado. Cuando la vio quemarse, fue como si él también se hubiera quemado. Dolía.

"¿No me pediste que cocinara tres platillos y una sopa? Si la sopa se seca, tendré que volver a cocinarla después", ella dijo.

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