Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 998

En el silencioso salón de duelo, el teléfono de él comenzó a sonar. Yi Jinli levantó el teléfono y, después de un momento, respondió: "Está bien, entiendo. Iré más tarde".

Dejando a un lado el teléfono, él miró de nuevo la tablilla conmemorativa. "Soy realmente tu hijo. He puesto a una mujer antes que a mi propia vida. Es como si perdiera el sentido de la vida si la mujer alguna vez me abandona. Sin embargo, nunca terminaré como tú. ¡Nunca!".

Con eso, Yi Jinli se dio la vuelta y salió del salón.

Gao Congming, que estaba vigilando el exterior, se alegró de inmediato cuando vio salir a Yi Jinli.

"¡Joven Amo Yi!".

"Trae el coche. Vamos al hospital a ver al anciano", ordenó Yi Jinli.

"Sí", respondió Gao Congming.

Momentos después, el sedán negro salió lentamente de la Residencia Yi y se dirigió hacia el hospital.

En la sala exclusiva más importante del hospital, un anciano débil yacía en la cama mientras el doctor hablaba de su estado actual. Después de un momento, él agitó la mano con impaciencia y dijo: "Solo dime cuánto tiempo tengo de vida".

El doctor dijo con renuencia: "Seis meses si todo va bien".

"¿Y si no?”, preguntó el Viejo Amo Yi como respuesta.

"Cuatro meses", dijo el doctor.

"Está bien. Vete de aquí. Solo dame cualquier tratamiento que necesite. Cooperaré completamente", dijo el Viejo Amo Yi.

Yi Jinli se sentó en el sofá, esperando que el Viejo Amo Yi se despertara.

Después de más de una hora, el Viejo Amo Yi se despertó lentamente y vio que Yi Jinli ya estaba aquí. Le preguntó al secretario que estaba cerca: "¿Por qué no me despertaste?".

"El Joven Amo me dijo que lo dejara dormir". El secretario ayudó al Viejo Amo Yi a sentarse mientras hablaba.

"Hiciste que alguien me llamara para venir aquí a propósito. ¿Qué pasa?", preguntó Yi Jinli.

El Viejo Amo Yi dijo: "Escuché que has vuelto con esa mujer, Ling Yiran. ¿Por qué no terminaste con ella correctamente? ¿Cuándo te volviste tan descuidado?".

Yi Jinli sonrió. El Viejo Amo Yi dijo que eran rumores, pero, por supuesto, alguien había estado recopilando información para él. El deseo de control del Viejo Amo Yi no había disminuido en lo más mínimo, a pesar de que su cuerpo se había debilitado hasta tal punto que necesitaba ser hospitalizado.