Entrar Via

Al Mal Esposo, Darle Prisa romance Capítulo 6

Irene tragó saliva y alzó la barbilla, forzándose a mantener la compostura aunque por dentro temblaba.

Gabriel carraspeó, incómodo.

—Este... el licenciado está hasta el tope. ¡Su agenda de esta semana ya está saturada!

Las manos de Irene se aferraron al borde de su blusa hasta que los nudillos se le pusieron blancos.

—Entonces que sea la próxima semana.

—Déjeme revisar la agenda en la oficina y le marco más tarde.

Gabriel, sin atreverse a tomar una decisión por su cuenta, colgó de inmediato y marcó el número de Romeo. En vez de esperar a que Irene regresara mansamente a casa como él había predicho, ahora tenía que lidiar con esta solicitud de cita.

La furia se acumuló en el pecho de Romeo como una tormenta a punto de estallar. Una risa áspera y furiosa escapó de su garganta.

—¡Ni siquiera sabe en qué mundo vive!

Gabriel, captando el tono amenazante en su voz, se apresuró a responder:

—Si quiere, invento algún pretexto para posponerlo.

—¡Para nada! —La sonrisa de Romeo era puro veneno—. ¡Agenda la cita para dentro de una semana!

En su mente, posponerlo sería como admitir que no quería el divorcio. Además, estaba seguro de que Irene volvería arrastrándose en menos de tres días.

Gabriel llamó de vuelta a Irene para confirmarle: el próximo miércoles a las nueve de la mañana, en la entrada del Registro Civil.

El agotamiento pesaba sobre los hombros de Irene como una losa, pero el sueño la eludía. Después de colgar, una oleada de amargura le inundó el pecho. Tendida en la cama, su corazón latía tan fuerte que parecía un tambor de guerra resonando en sus oídos.

Finalmente, las lágrimas que había estado conteniendo se desbordaron, ardientes, deslizándose por las comisuras de sus ojos hasta empapar su cabello negro y la almohada. Cuando recibió el mensaje de Gabriel, una pequeña llama de esperanza se había encendido en su interior, solo para extinguirse por completo, dejándola más vacía que antes.

¿Qué había estado esperando? ¿Que Romeo se negara al divorcio? ¿Que admitiera su error? Romeo jamás reconocería sus errores. Y ella... ella ya no podía seguir siendo la esposa engañada.

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Al Mal Esposo, Darle Prisa