El caso era simple, tan sencillo que hacía falta un factor único, que Denis seguía su pusilánime y permitía cualquier petición irrazonable incluso ofensiva de Macaria con poca dignidad.
Pero, en lo íntimo de su alma, surgió la avaricia. Ella deseaba que fuera respetada. No tenía que ser como antes, solamente necesitaba lograr el respeto pertenecido al humano como el más ordinario.
Obviamente, no correspondía la realidad a la esperanza.
Desde aquel entonces, Denis escondió el corazón plagado de agujeros profundamente, y ocultó lo que aspiraba en lo recóndito del alma donde nadie podía descubrir ni tocar. En aquel lugar oscuro y frío existía la soledad y el vacío, como las profundidades del océano estaban silencioso.
La llegada y la salida de Macaria alternaba todos los días. Cada vez ella venía a la hora de comer, y se marchaba después de traerle la comida.
-Quiero abandonar el hospital.-En la cuarta noche del incidente, Macaria hizo de costumbre. Puso la comida para llevar en la mesa con gesto impasible, se volvió a irse. En ese momento, la mujer que estaba en la cama rompió su crónico silencio, le dijo eso.
Las palabras que salieron lentamente con voz roca atrajeron la atención de la indiferente chica. Macaria se detuvo y se volvió la cabeza sorprendidamente. Le negó sin pensar-No, aún no te curas.
¿Estaba preocupada por Denis? La cual se fijaba en Macaria, y le contestó-Estoy bien, y he bajado la fiebre. Quiero seguir mi trabajo
-¿Lo haces con intención? ¿Quieres que todo el mundo te vea que la frente está envuelta la gasa?-Macaria se enojó, -Denis, ¡Qué mal propósito tienes! De veras, te conozco por tanto tiempo sin comprender tu verdadero carácter. ¡Cuántas malas intenciones esconden bajo tu apariencia honesta!
Denis bajó la cabeza para ocultar su gesto decepcionado... El hecho demostró que ella realmente se hubo equivocado la preocupación de Macaria.
Echó la mirada de nuevo a Macarica, pero esa vez, la expresión se volvió entumecida, -Tengo que trabajar. Hazme el procedimiento de alta.
Diciéndole, alzó la frazada, se levantó de la cama lentamente y se cambió de la ropa suya.
Macaria estaba atónita... ¿Denis acababa de ordenar a ella?
¿Ella?
¿Denis Alonso?
¿Le ordenaba a ella?
¡Emergió la humillación del corazón!
Macaria vio a la mujer que se levantó de la cama, y se dirigió a la puerta cojeando lentamente. A pesar de que andaba despaciosamente, ¡la coja realmente quería salir de la sala! Eso significaba que Denis le hubo dicho que quería abandonar el hospital no era una broma.
¡Ella auténticamente estaba dispuesta a abandonar el hospital!
¡No podía así!
La vista de Macaria cayó rápidamente en la frente de Denis con ojos llenos de confusión. ¡Ella tenía miedo! ¿Cómo podía esa coja regresar al Emperador Internacional antes de retirar la gasa de la frente?
Ella se adelantó sin pensar para parar el paso de Denis, -Denis Alonso, ¿cómo puedes ser tan baja como una puta? En tu boca, llena de trabajo, trabajo y trabajo. ¡Qué bueno lo que dices! Las que no te conocen creen qué amor al trabajo tienes.
-¿Quieres trabajar? Tu trabajo es complacer a los hombres, ¿no? ¿Estás tan ansiosa de adular a los hombres aunque sigues enfermando? ¿Estás impaciente por convertirte en una perra?
-O sea, en realidad, ¿estás disfrutando de este proceso? En caso contrario, ¿cómo puedes independientemente del cuerpo enfermo para ir al Emperador Internacional con tanta prisa?
Macaria únicamente no quería que Denis fuera al Emperador Internacional, sin considerar qué injuriosas sus palabras. Ante la ofensa de Macaria, la pobre chica se quedó más silenciosa. Bajaba la cabeza mirando sus piez, la palma puesta en esplanda cerraba el puño, el cual estaba temblando por enojo en ese momento. Ella quería mucho objetarla y explicarla.
Pero ella entendía claramente, la objeción no servería para nada.
El hecho de que ella se hubo arrodillado para ganar dinero.
El hecho de que ella se hubo caído al suelo de bruces aprendiendo al perro a mover la cola para obtener más dinero.
El hecho de que Macaria no hubo dicho lo falso. Frente a ella, todo lo que hubo dicho era verdadero.
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