Ivana insistió en que no trabajara Denis hasta que se recuperara.
Después de recuperarse Denis, la vida y el trabajo parecían igual que antes.
Pero, estos días, no importaba cuánto lo intentaba, le quedaba poco trabajo que hacer.
Su jefe directo ni le asignaría trabajo.
En cuanto a Ivana, naturalmente no iba a ir en contra la orden de Joaquín.
Denis se sentaba en la sala de descanso del Departamento de Relaciones Publicas, no tardó mucho en llegar la hora de salir del trabajo.
-¡Por fin! ¡Qué cansado! El cliente ese era muy generoso.- Poco a poco, entraba más gente en la sala de descanso, riendo y hablando de los resultados de hoy, menos Denis, sentada en el sofá y aturdida.
Ella levantó la cabeza y miró a una mujer sacar un fajo de billetes, con ese espesor, al menos valían de tres a cinco mil euros. Cuando estaba viendo los billetes, fue pillada justamente por esa mujer.
-Denis, eres tú.- La mujer se estaba moviendo su cuerpo y dijo jocosamente, -A ver, ¿te gusta?- Sacudió el dinero ante la nariz de Denis.
-Denis, te recomiendo que no pierdas la cara en este departamento. ¿Cuánto tiempo llevas sin trabajar?-
-Jenny, no andes aquí con ese dinero, le iría muy poco a Denis, ella puede cobrar más, no va a codiciar tu dinero.-
A Jenny se le levantó la comisura, -Sí, quién es tan flexible como ella, aunque me dieran más dinero, no lo aceptaría.-
Denis miró hacia el reloj colgado en la pared, se levantó, cogió su cosa y se dirigió hacia la puerta ignorando a Jenny.
-¡Alto!- Jenny regañó, -Denis, ¿qué quieres?-
Denis se volvió y miró a Jenny con curiosidad, -¿Cómo que qué quiero?-
-¡Tú!- Jenny la miró a Denis con enojo y apuntándola, -¡Estoy hablando contigo! Te vas sin hacerme caso. ¿Qué quieres decir? ¿Me subestimas o qué?-
Escuchando la acusación inventada, Denis sintió un poco de molestia y explicó con buen humor, -Ha llegado la hora, me voy-
Despúes del trabjo, ¿no se deberá volver al dormitorio?
-Dices esto, ¿qué quieres?-
-Yo…- ¿Ha dicho algo mal? La que estaba hablando con ella se llamaba Jenny, Denis la sabía pero no sabía cuándo le había ofendido a esa mujer. Pensó un rato, no quiso tener discusión con ninguna, suspiró y miró a Jenny diciendo,
-Si te he ofendido, te pido disculpas. ¿Así te vale?-
Cuando Jenny escuchó esto, su cara se puso mal, por supuesto que sabía que lo de hoy provocó ella primero, antes pensaba que si Denis no se contenía de discutir con ella, podría acusarle severamente con la Gerente Renza.
Pero Jenny no esperaba que Denis no quisiera discutir con ella, ni siquiera involucrarse demasiado con las personas que la rodeaban, de lo contrario, se marcó su tiranía.
-Bien, quieres pedirme disculpas, ¿verdad? Seamos prácticos.- Bajo la ira, Jenny levantó su brazo, cuando estaba a punto de golpear, de repente se escuchó un regaño severo en la puerta,
-¿Jenny, qué estás haciendo?-
-Señora Renza…- Jenny se quedó asustada, pero al momento siguiente, se volvió en sí y gritó, -Señora Renza, tienes que darme la razón, Denis me subestima.-
-Solo sabes discutir con los otros, tú me dirás, hace dos días discutiste con Eva, y ahora con Denis, ¿qué más puedes hacer menos discutir por todo el lado?-
Renza miró fuertemente a la cara de Jenny, ella se comportaba como si hubiera sufrido injusticias.
Renza no diría eso si hubiera sido antes, miró a Denis de arriba abajo, que estaba taciturna frente a ella, si no supìera la historia interna no iría a creer que Denis tenía algo que ver con el jefe misterioso del Grupo de Entretenimiento Internacional Emperador.
-Señora Renza, ha sido ella…-
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