Guardería Estrella del Río.
Hoy fue el primer día de trabajo del guardaespaldas.
El guardaespaldas recogió a los dos niños y los llevó a casa.
"¿Señor guardaespaldas, puedo jugar afuera un rato con mi hermano?" Rita miró al guardaespaldas, tratando de tantear sus límites.
El guardaespaldas pensó por un momento: "¡Sí! Después de cenar los llevo a jugar."
"¡Oh! ¿Qué vamos a cenar esta noche? ¿Vamos a pedir comida a domicilio? ¿O nos vas a cocinar tú? ¿A qué hora terminas de trabajar?" Dijo Rita.
"Cuando tu mamá o tu tío regresen, termino mi trabajo. Si no les molesta, puedo cocinar para ustedes."
Rita murmuró: "¿Entonces tenemos que ir al supermercado a comprar comida? Si nos cocinas, ¿mi madre tiene que pagarte doble? Pero, si lo que cocinas no está rico, entonces ella no tiene que hacerlo..." Murmuro Rita.
El guardaespaldas se rio y dijo: "Lo que tu mamá me paga, es suficiente para cocinarles diez comidas al día."
Dicho esto, el guardaespaldas llevó a los niños al supermercado.
A las siete de la noche, el guardaespaldas recibió una llamada de Mike.
Mike preguntó por los niños y luego dijo: "Probablemente llegaré tarde a casa esta noche. Los niños se van a dormir a las nueve, si Ángela y yo no hemos regresado para entonces, puedes terminar tu trabajo."
¡Mike no pudo encontrar a Ángela!
Fue a recogerla del trabajo, pero no había nadie en su oficina.
Le llamó, pero ella no contestó.
Intentó llamarla de nuevo después de un rato, ¡pero su teléfono estaba apagado!
¡Mike estaba muy enfadado!
¡Seguro que fue Stuardo quien se la llevó!
Porque tampoco se podía contactar con Stuardo.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Amor, Guerra&Mi Marido Vegetativo