Amor, Guerra&Mi Marido Vegetativo romance Capítulo 420

Después del mediodía, Zenón almorzó con todos en la casa de Ángela y se marchó.

"Ángela, descansa un poco, prepárate para el chequeo médico de la tarde. ¿Qué te parece si me llevo a los niños a jugar un rato? El día está hermoso y me aburro un poco en casa", dijo Tania. "Prometo traerlos de vuelta antes de las seis".

Ángela al ver que los niños estaban emocionados por la idea, no se opuso.

"Tania, ¿no te causará problemas?", preguntó Ángela.

"¿Problemas? ¡Claro que no! Ya no son bebés a los que tengo que cargar todo el tiempo. Llevarlos a jugar un rato no será nada agotador", respondió Tania.

Ángela entonces le pidió a su guardaespaldas que los acompañara.

Después de despedirse de ellos, Ángela entró en la casa y cerró la puerta.

Sobre la mesa de café, en la sala de estar, había una caja blanca.

Era un regalo que Zenón había dejado para ella.

Dijo que era su amuleto de la suerte, no era algo caro, pero esperaba que le trajera buena suerte.

No pudo rechazar un regalo tan significativo, aunque no fuera valioso.

Ángela tomó la caja blanca y regresó a su habitación.

Apenas se sentó en la cama, Mike la llamó por teléfono.

"Ángela, llegaré en aproximadamente dos horas para recogerte. Puedes descansar ahora", dijo rápidamente, "¿Ya se fue ese tipo? Si no, deberías pedirle que se vaya".

"No hables de él de esa manera. Es un artista muy talentoso. Escuché su nueva canción hoy y es realmente buena", respondió Ángela de manera justa. "Nunca antes había sido fan de un cantante, pero ahora estoy realmente encantada con su carisma".

"Espero que no te estés enamorando de él", replicó Mike.

"Solo lo admiro", explicó Ángela.

"¡Ah, solo lo admiras! Pero si realmente estas con él, no me opondré. Cuando buscas un novio, debería ser guapo, rico o destacar en algo... y tengo que admitir que Zenón es muy atractivo".

"Si no tienes nada más que decir, colgaré ahora", Ángela no quería continuar esa conversación.

Después de romper con Stuardo, no tenía planes de volver a enamorarse o entrar en otra relación.

Sentía que las relaciones requerían demasiada energía, lo que la llevó a resistirse a intentarlo de nuevo.

Colgó el teléfono y abrió la caja blanca.

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