Amor, Guerra&Mi Marido Vegetativo romance Capítulo 481

"¡Si no puedes evitar que ella tenga ese niño, entonces no cuentes con vencerla!" dijo Yolanda, "¡Además, olvídate de recibir más inversiones de mí!"

Alexia parpadeó: "¿Todavía puedes conseguir fondos de Stuardo?"

Yolanda con su barbilla ligeramente levantada emanaba confianza: "Al menos puedo conseguir mil millones de dólares."

Alexia dijo: "¡No te preocupes! ¡No dejaré que su hijo nazca!"

Anoche.

Ángela volvió del trabajo a casa y vio un coche aparcado en la entrada. ¿Acaso tenía visita?

Luego de estacionar, bajó del auto.

En la entrada de la villa, dos niños y Soley salieron juntos.

"¡Mamá!" Rita le gritó a Ángela.

Cuando Rita corrió hacia Ángela, Mike la levantó.

"¿Por qué está aquí Soley?" preguntó Mike, visiblemente confundido.

Soley se acercó a ellos y sonrió ligeramente: "Ángela, me voy a casa," y se fue.

Ángela miró a Rita: "¿Rita, desde cuándo está aquí Soley?"

"Estaba en la puerta de nuestra casa cuando salimos de la escuela." Rita frunció el ceño, "Habló en secreto con mi hermano, pero no me dejaron escuchar."

Al escuchar esto, Ángela miró a su hijo, que estaba a poca distancia. ¿Qué secretos había entre Ian y Soley?

Ian, con una cara de disgusto, dijo: "¡Suéltame!"

Soley lo soltó y preguntó al presentador: "¿Podemos irnos? ¡Voy a llevar a Ian a celebrar!"

Unos cuantos chicos que también habían ganado estaban de pie al lado, eran mayores que Ian, pero habían obtenido peores resultados. Estaban muy descontentos.

Cuando vieron a Soley tomar la mano de Ian, uno de los chicos gritó: "¡Esa no es la mujer que desapareció el año pasado! ¡Stuardo pagó mil millones para encontrarla!"

"¡Guau! ¡Creo que sí es ella!" gritó otro chico, "¡Ahora entiendo cómo Ian llegó a la final y ganó! ¡Todo es gracias a Stuardo! ¡Qué injusto!"

Todos los presentes miraron a Ian con desdén y le lanzaron comentarios mordaces. Él se puso tenso, su corazón estaba lleno de angustia. ¡No había ganado la competencia gracias a Stuardo! ¡Definitivamente no lo hizo!

Sus ojos se llenaron de lágrimas y lanzó con fuerza el trofeo que tenía en la mano.