Amor, Guerra&Mi Marido Vegetativo romance Capítulo 520

Ángela estaba a punto de hablar, pero quedó atónita ante las lágrimas en sus ojos y su evidente vulnerabilidad. "Stuardo Ferro..." no pudo controlarse y gritó su nombre.

Quería preguntar ¿qué te pasa? Pero antes de que pudiera abrir la boca, la mano gigante de Stuardo ya había agarrado su brazo y la había arrastrado hacia su pecho.

Ella se apoyó en su brazo, sus pestañas temblaban ligeramente. Sus rostros estaban a solo unos centímetros de distancia. Podía ver con más claridad la emoción rota en sus ojos.

"Stuardo, ¿qué ha pasado?" su corazón aceleró y su voz se volvió involuntariamente más suave.

"Tuve un sueño en el que me dejabas," su garganta se movía arriba y abajo, su voz ronca, "te ibas con otro hombre."

Su corazón parecía estar paralizado, no podía decir una palabra. Ella no le iba a decir que un día tuvo un sueño en el que él se casaba con Yolanda Fernández, porque cuando te importa alguien, temes perderlo.

"Eso solo fue un sueño, no es real," los dedos de Ángela rozaron suavemente las lágrimas en la comisura de los ojos de Stuardo.

"No te vayas con otro hombre," Stuardo parecía no haber escuchado la explicación de Ángela, su mano grande sostenía firmemente la suya.

"No me iré con otro hombre," la mano de Ángela estaba siendo apretada con fuerza, lo que le causaba un poco de dolor, pero no la retiró. Sabía que si lo hacía, él la apretaría aún más fuerte.

"Júramelo" temía que ella escapara, así que la agarró de la cintura con la otra mano, "júrame que nunca estarás con otro hombre en tu vida."

Ángela guardó silencio por un momento y luego dijo: "Estás pidiendo mucho, ¿y si tú estuvieras con otra mujer?"

"No quiero a otra mujer que no seas tú" dijo Stuardo con los ojos profundos y llenos de afecto "No puedes estar con otro hombre excepto conmigo," dijo Stuardo

"Stuardo, nunca he pensado en estar con otro hombre," dijo palabra por palabra, "solo quiero criar a mis hijos."

Al oir a Ángela mencionar a los hijos, la cara de Stuardo se volvió visiblemente más triste. Rita era una niña normal, pero Ian no lo era. Ian requería más de su esfuerzo.

Verifica el captcha para leer el contenidoVerificar