Ángela estacionó el carro frente a su casa. El repartidor la estaba esperando en la puerta.
Al bajarse del carro y recibir el paquete, su teléfono comenzó a sonar en su bolso. Sosteniendo el paquete con una mano, sacó el teléfono con la otra. Después de abrir la puerta, contestó la llamada.
"¿Dónde estás?" Del otro lado del teléfono se escuchó la voz profunda de Stuardo.
Ángela respondió: "Estoy en casa."
"¿Te sientes mal?" Se podía notar la preocupación en su tono.
"No, volví a casa a recoger un paquete." Cruzó el jardín delantero, llegó a la puerta de la villa y la abrió.
Una vez dentro, dejó el paquete sobre el mueble para zapatos, "¿Necesitabas algo?" Preguntó a Stuardo, a continuación se puso las zapatillas de estar en casa y se dirigió al sofá con el teléfono en la mano.
"Yolanda sí está con Mauricio." El escolta de Stuardo acababa de traer a Mauricio ante él, Mauricio admitió todo, así que él la llamó, "¿Cómo lo sabías?"
"¿Cómo estás segura?" Yolanda apretó con fuerza la mano con la que aguantaba el teléfono.
"Mauricio me lo dijo. Dijo que comenzó a salir con Yolanda después de que ella y yo terminamos. Confirmaron su relación hace poco." El tono de Stuardo era muy tranquilo, "No me importa que Yolanda esté con él."
Después de escuchar a Stuardo, Ángela respondió brevemente.
Si Mauricio le hubiera dicho que Yolanda era mi novia, y que incluso le había permitido tener un hijo, no podría estar tan tranquilo.
"Eso es cosa del pasado." Ángela esperaba que este asunto se quedara ahí.
Stuardo nunca amó a Yolanda, nunca tuvo nada con ella, eso es lo que importaba. Yolanda no quería que los rumores afectasen a Stuardo. Aunque no le importara ser traicionado por Yolanda, otras personas seguramente se burlarían de él.
Stuardo guardó silencio por unos segundos, luego dijo con tono suave: "Sé que estás enojada..."
"¡Para nada! No me importa, no estoy enojada. Lo que pasó, pasó." Dijo Ángela con tono suave.
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