Amor profundo escondido de él romance Capítulo 31

Aunque todavía no había recibido noticias de cuándo podría regresar al hospital, el trabajo como consultora del drama médico había aliviado las preocupaciones de Everleigh.

Mientras todavía tenía el fin de semana libre, llevó a sus dos hijos a Ocpeace City. Visitaron el parque de atracciones el domingo y antes de regresar a casa, compró dos helados para Adrienne.

De camino a casa, Adrienne sostenía un helado en cada mano. Lamía el de la derecha, luego el de la izquierda, claramente rebosando de alegría.

"Mami, ¿por qué estás tan feliz hoy?"

Everleigh se puso sus zapatillas de estar en casa. "Porque mañana voy a trabajar".

"¿En serio?" Los ojos de Adrienne se iluminaron.

"¿Y tú por qué tan feliz, eh?"

Alastair fue el último en entrar a la casa. Cerró la puerta detrás de él y habló sin rodeos: "Porque una vez que esté en el trabajo, podemos pedir comida para llevar".

Al escuchar esto, la cara de Everleigh se congeló. Ella preguntó con descontento: "Vamos, ¿sabe tan mal lo que cocino?"

"¿Quieres saber la verdad?" Alastair la miró.

El ambiente se tornó incómodo por un momento. Everleigh aclaró su garganta, hizo un gesto con la mano y dijo: "Olvídalo. De todas maneras, deberían ordenar algo saludable. No pidan comida rápida todos los días".

Adrienne era como un gremlin,corriendo en círculos alrededor de Everleigh sin parar, diciendo: "Mamá, tu cocinas muy bien. Tu comida es mejor que la comida para llevar. Es saludable y nutritiva".

Everleigh inmediatamente la cargó y la hizo girar por toda la habitación. "Mi hijita es la mejor".

En sus brazos, Adrienne parpadeó. "Entonces, mami, ¿podemos comer pollo frito y papas fritas esta noche?"

"No, no podemos".

Everleigh la bajó de inmediato, dándole una mirada estricta.

"Mami, dijiste que yo era la mejor, ¿verdad?"

"Por supuesto", Everleigh se inclinó y pellizcó su rostro, "Pero ahora eres una mala niña. Esos trucos puede que funcionen con Christopher, pero no funcionarán conmigo".

Después de eso, inmediatamente se dio la vuelta y fue a la cocina. Sin mirar atrás, dijo: "Comeremos tallarines esta noche. Tallarines y huevos poché. Si no se terminan sus tallarines, me temo que no podrán comer bocadillos".

Adrienne enfocó su mirada en su hermano y tendió su mano con un helado a medio comer. "Alastair, toma uno".

"No, gracias". Alastair, al mirar el helado a medio comer se negó con desdén.

Adrienne suplicó de nuevo, agitando las pestañas. "Alast--"

Alastair no tuvo más remedio que responder: "Lo sé, lo sé. Te ayudaré a comer la mitad de tus tallarines".

"¡Eres es el mejor!" Adrienne lo besó en la cara inmediatamente.

El rostro de Alastair quedó cubierto de helado, sintiéndose asqueado e impotente.

Por la noche, el brillo de la luna travesó las cortinas violetas, alcanzando el piso alfombrado.

En la habitación de los niños, Everleigh estaba apoyada en la cama de Adrienne, sosteniendo un libro de historias para niños en la mano.

"Al final, Cenicienta vivió feliz por siempre junto al príncipe..."

"..."

"La historia ha terminado. Es hora de dormir queridos, que Mamá tiene que ir a trabajar mañana".

Adrienne se volteó en su cama, exigiendo: "Besos".

Everleigh sonrió amorosamente y colocó un besó en su frente. "Buenas noches cariño".

"Buenas noches mami".

Después de bajar el libro, Everleigh besó a Alastair en la frente. "Buenas noches bebé".

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