Aventura Amorosa romance Capítulo 442

Al escuchar las palabras de Laura, Fionna le dio una palmadita en los hombros.

—El amor depende del sentimiento, y no se puede ganar luchando por él. Si realmente le robaron a Eric, significa que Eric no me ama, y debo agradecerles.

—Bueno, a trabajar.

Fionna sonrió y volvió a su despacho.

Lo último de lo que quería hablar ahora era de su relación. Cuando alguien le preguntaba, no sabía qué responder.

***

Elián se lo pensó ayer durante una noche y finalmente decidió venir a la cárcel a ver a Gloria.

Esta vez, cuando vio a Gloria, Elián no fue tan amable como antes, mirando a Gloria sentada frente a él con frialdad.

—¿Cuál es su relación con Teresa? —preguntó Elián en tono frío.

—Quería competir con Fionna y no sabía qué hacer, así que vino a pedir consejo.

Gloria no mostró ningún respeto por Elián como antes, desde que supo que esa persona era Elián, se dio cuenta de que Elián no podía querer simplemente cuidarla, debía querer saber algo de ella.

—Si mi memoria no me falla, ella no te conoce.

Elián tenía dudas y no sus palabras.

—No, en efecto. Yo ya estaba en la cárcel cuando ella volvió. ¿Cómo pudo conocerme? Quizás fue alguien quien la dirigió hacia mí —dijo Gloria con ligero desdén.

¿Qué quieres de mí? —Elián siguió preguntando con voz fría.

—Tío Elián, ¿por qué has cambiado de repente tu cara? Eres mi tío de mayor confianza. Me has ayudado mucho.

Gloria esbozó una sonrisa insidiosa. Ella podría aprovechar esto.

—Dilo, si no lo dices, esta es la última vez que te veo.

Elián amenazaba a Gloria con una fría ira.

—Tío, vendrás a mí otra vez. Sé más de tu sobrino que tú. Y quizás pueda ayudarte mucho.

Gloria no tenía miedo de la amenaza de Elián. No tenía libertad, pero no le resultaba difícil hacer cosas.

—¿Qué quieres decir?

Elián estaba confundido, porque no entendía a Gloria, no sabía cuánto sabía y qué estaba insinuando.

—Entre tú y Eric... sé algo al respecto. Si quieres seguir adelante, tal vez pueda ayudarte. Pero no puedo hacerlo aquí.

Gloria no lo mantuvo en suspenso, sino que dijo directamente su idea. Creía que la ambición de Elián seguía ahí, o no vendría a verla. También creía que Elián tenía la capacidad de sacarla. No le diría cómo tratar con Eric ahora, pero sacarla era lo más importante.

Se alegró, pero esta vez Elián se acercó a la ventana de aislamiento y susurró:

—Eres tan despreciable como tu padre —dijo Elián y se sentó con la espalda recta, esta vez le tocaba a él alegrarse.

Mirando los ojos inseguros y sorprendidos de Gloria, supo que ésta había entendido su significado.

Gloria no esperaba escuchar el tema de su padre aquí.

«¿Qué está insinuando? ¿Conoce paradero de mi padre o ha contactado con él?»

Gloria quería preguntar algo, pero temía que la policía de la prisión se fijara en ella y sólo podía pasar desapercibida.

—Tío, será mejor que pienses en mis palabras, por si realmente me necesitas.

Gloria se levantó y directamente se dio la vuelta para marcharse. No podía seguir charlando con Elián, si no podía controlar sus emociones, muchas cosas podrían quedar al descubierto, y podría hacer algo de lo que se arrepintiera.

En cuanto a su padre, fingió no haber oído nada; después de todo, no se había expuesto ni preocupado por ella.

Elián abandonó la prisión enfadado. No era un hombre joven, pero fue amenazado por una chica. ¿Qué le dijo Napoleón a Gloria? ¿Qué sabía Gloria de la enemistad entre él y Eric?

Parecía que ni el padre ni la hija eran difíciles de tratar.

***

El domingo fue un día de relax para Alda. Había aguantado durante un mes y ahora podía hacer lo que quisiera. Por la noche, reunió a todos sus mejores amigos y comenzó su loca fiesta.

En la mesa, todos se levantaron con las copas en la mano.

—Caramelo ha sido enviado a la casa de su abuela. Puedo beber contigo. Vamos, por mi renacimiento, ¡salud!

La persona más emocionada de la mesa era probablemente Alda.

No había tenido una alegría tan elevada durante mucho tiempo. Los diez meses de embarazo y un mes de recuperación eran casi un año de tiempo. Se preguntaba cómo lo había conseguido.

—Salud, felicidades por terminar un mes de encierro.

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