Bajo la Máscara... ¿Amor o Juego? romance Capítulo 113

Capítulo 113

Pero esta vez, ella no se dejó ver.

Solo les comunicó una buena noticia: pronto regresaría al país y les pidió que se prepararan para recibirla.

¡Para Serena y Rocío, esto era sin duda una alegría! Cuando llegara el momento, definitivamente iban a interrogar a Norita sobre su vida amorosa.

Además, Serena tenía el presentimiento de que, con el regreso de Nora, el apoyo detrás de Celina quedaría al descubierto.

Serena se levantó para ir a pagar la cuenta, pero Rocío la detuvo con una mueca de preocupación, recordándole, “¿Sabes que Celina también está ingresada en este hospital? La última vez la golpearon, le rompieron una costilla y hasta ahora no se ha recuperado. Tienes a Camelia por delante y a Celina por detrás, ten cuidado de no encontrarte con alguna emboscada de Celina.”

Rocío siempre sentía que Serena estaba en problemas todo el tiempo y le advertía con buena intención.

Pero a Serena se le cruzó un pensamiento, conectando su reciente sospecha inexplicable.

Celina, Camelia… Una sombra pasó por su mirada. ¿Y si el apoyo detrás de Celina fuera Camelia?

La idea apenas la cruzó y ya sentía un escalofrío.

“Está bien, lo tengo en cuenta.” Serena se calmó y les hizo un gesto con la mano.

Pero apenas había salido del café cuando de repente unos policías le bloquearon el paso.

Le hablaron en un tono conciliatorio, “Srta. Zaldívar, el señor no está de acuerdo en usarla como cebo para atraer al criminal, pero aun así nos gustaría pedirle su ayuda…

Ahora que el señor está hospitalizado, el criminal esta al acecho cerca de este hospital. Está bien entrenado, así que es muy peligroso. En lugar de estar constantemente en guardia, preferimos tomar la iniciativa. No se preocupe, garantizaremos completamente su seguridad y la del bebé, solo necesitamos que aparezca por un breve momento, nosotros tendremos el lugar rodeado de policías…”

“¡No es posible, Srta. Zaldívar!” El guardaespaldas que seguía a Serena se acercó de inmediato para detenerlos.

Serena miró a los policías y luego al guardaespaldas, reflexionando en su interior.

Ella estaba embarazada, y en una situación normal definitivamente no se arriesgaría.

Pero era extraño que el criminal de repente se hubiera fijado en ella el día anterior, Domingo y el señor N pensaban que el criminal estaba siguiendo a N, por eso la descubrió como su esposa.

Lastimando a su esposa e hijo, lograría vengarse del dueño de Inmobiliaria Cielo Azul.

Sin embargo, Serená tenía una corazonada diferente.

Quería hacerle unas preguntas al criminal de frente.

Serena apretó sus delicados puños y dijo, “Si la policía puede garantizar mi seguridad al cien por ciento, puedo cooperar con ustedes.”

El señor nunca permitirá que corra ningún riesgo!” El guardaespaldas sacó su teléfono para contactar a Domingo.

Pero Serena lo detuvo, argumentando, “¿Quieren que Vali siga en peligro? Anoche casi muere aplastado por un vidrio

Mientras el guardaespaldas dudaba, Serena rápidamente se subió al coche con los policias.

Dijeron que había testigos que vieron al criminal cerca del callejón junto al hospital, probablemente escondido en algún hotel.

06:58:

Lo que necesitaban de Serena era que caminara por el callejón, por supuesto, los edificios a ambos lados estarían llenos de policías.

Serena les pidió a los dos guardaespaldas que se disfrazaran de civiles y la siguieran, así cuando el criminal bajara, estarían completamente seguros.

Ella estaba asustada, pero al ver la afirmación en los ojos de los oficiales, también quería tomar el riesgo y

enfrentarse al criminal.

Cuando caminó por el callejón oscurecido por las sombras, en menos de dos minutos, una figura oscura surgió bajo uno de los edificios.

“¡Es el criminal!“, gritó Serena.

En un momento crítico, los dos guardaespaldas que la seguían se lanzaron hacia adelante, pero otra persona fue más rápido que ellos y, antes de que el criminal pudiera amenazar su cuello con un cuchillo, un brazo se interpuso rápidamente.

Los guardaespaldas llegaron rápidamente, Mael protegió a Serena y se apartaron, ¡pero su camisa estaba rota y tenía un corte que le hacía sangrar!

“¿Sr. Núñez? ¿Por qué tiene que ser usted otra vez?”

“Simple casualidad, ¿verdad?” Mael sonrió con una pizca de dolor.

Serena se volvió y vio al criminal siendo sometido en el suelo por los guarda espaldas. Pensando en su objetivo, se apresuró hacia él, se agachó y le preguntó, “¿Cómo diablos supiste que soy la esposa del dueño de Inmobiliaria Cielo Azul?”

“¡Te voy a matar! Sin tu hijo en tu vientre, él sabrá lo que es perder a un ser querido. ¡Malditos capitalistas, por no tener las medidas de seguridad en la construcción, mi padre tuvo ese accidente! Para tapar el escándalo, nos dieron unos pocos miles de dólares de compensación y ya. He estado protestando sin parar, pero su marido se hace el desentendido. ¡No puedo creer que no haya visto el expediente de mi padre que le subieron a su escritorio!”

Serena frunció el ceño, sorprendida y llena de dudas.

Lo sorprendente era que el criminal sabía que ella estaba embarazada.

Y la duda era que, según la conversación de esta mañana con N, él realmente parecía no estar al tanto de los problemas en la obra. ¿Por qué sus subordinados no le habían informado?

“¿Cómo sabes toda esta información tan detallada sobre mí?“, preguntó Serena de nuevo.

El criminal sacó una foto de su bolsillo con una sonrisa fría, comparándola con ella, “¿Esta no eres tú? Alguien me dio esta foto, ¡tú eres su esposa!”

Serena rápidamente guardó la foto antes de que llegara la policía y se la llevaran como evidencia.

¡Ella necesitaba esa foto!

Si alguien le había dado al criminal su foto, ¿no era eso un claro intento de usar al criminal para hacerle daño? ¿Quién podría haber sido?

Pensando en los recientes acontecimientos y recordando sus sospechas sobre el apoyo de Celina, Serena solo podía pensar en una persona.

¿Rocío habia dicho que estaba atravesando una mala racha? Sí, de repente todo empezaba a tener sentido. Últimamente, los problemas parecían accidentales, pero todos apuntaban a atentar contra su vida y la de su hijo

Ella llevaba el hijo de N, ¿quién la vería como una amenaza?

Era Camelia. Un escalofrio recorrió el cuerpo de Serena.

Mael la miro con ojos confundidos, su rostro pálido y severo. Se acercó a ella, pero de repente sintió un dolor agudo

Serena se volvió hacia el de inmediato, olvidando que él había resultado herido por ella.

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