Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1002

Jiang Sese y su madre volvieron a la sala. Acababan de sentarse cuando entró Jin Fengchen.

“¿Está todo arreglado?”, preguntó Jiang Sese.

“Más o menos”.

Jiang Sese sintió un poco de curiosidad ante su ambigua respuesta. “¿Qué quieres decir?”.

“Dijo que no necesitaba mi ayuda”, dijo Jin Fengchen.

“¿No te necesita? ¿Pretende ocuparse de todo él mismo?”.

No era que Jiang Sese no tuviera confianza en su primo, pero el enemigo era demasiado despiadado.

Jin Fengchen le acarició el cabello. “Cree en él”.

Jiang Sese suspiró suavemente. “De acuerdo”.

Fang Xueman no podía comprender de qué estaban hablando. “¿De qué están hablando? ¿Hay algo que Fengchen tenga que ayudar a resolver?”.

“No es nada, Yuchen se ha encontrado con un problema en el trabajo”. Jiang Sese temía que su madre se preocupara y rápidamente glosó el tema.

Fang Xueman frunció el ceño. “¿Es grave?”.

“Para nada, es algo muy leve. Fengchen ya dijo que Yuchen puede ocuparse de ello, así que no te preocupes”.

Jiang Sese le lanzó una mirada a Jin Fengchen.

Jin Fengchen comprendió y dijo lentamente: “Mamá, Yuchen acaba de hacerse cargo del Grupo Fang, así que es normal que haya problemas iniciales. Él será capaz de manejarlo, así que no te preocupes”.

Fang Xueman asintió. “Eso es bueno, entonces. Me preocupaba que fuera algo serio”.

“Mamá, no me crees cuando lo digo yo, pero cuando lo dice Fengchen te lo crees”.

Dijo Jiang Sese con un falso enfado.

Fang Xueman se rio. “De qué hablas niña, por supuesto que les creo”.

Jiang Sese sonrió. “Está bien, solo estaba bromeando”.

“¿De qué están hablando? Parecen muy felices”.

En ese momento, una voz familiar habló.

Las tres personas de la sala se giraron para mirar. Eran Fang Teng y Shang Ying.

Uno de ellos tenía una cesta de fruta en sus manos, el otro tenía un termo.

“Tercera Hermana, esto es una sopa de pollo que he hecho. Bébela mientras está caliente”. Shang Ying le dijo a Fang Xueman mientras colocaba el termo en la mesa de café.

Fang Xueman tenía una mirada de impotencia en su rostro. “¿Por qué has traído la sopa aquí? No era necesario tomarte tantas molestias”.

“Tercera Hermana, me enfadaré si vuelves a decir algo así”, dijo Shang Ying con fingido disgusto mientras miraba a Fang Xueman.

Fang Xueman exclamó: “Solo me preocupa molestarte”.

“Mientras te mejores, no es ninguna molestia”.

Estas palabras conmovieron no solo a Fang Xueman, sino también a Jiang Sese.

“Tía, gracias”.

Shang Ying se giró para mirarla. “¿Por qué me das las gracias, niña? ¿Realmente estás tratando de hacerme enojar?”.

Jiang Sese corrió apresuradamente a tomarla de los brazos cuando escuchó esas palabras. “Eres la mejor tía, ¿por qué te enfadarías conmigo?”.

Shang Ying se alegró de esas palabras. Miró a Jin Fengchen. “¿Cuándo llegaste?”.

“Esta tarde”.

“¿Comiste?”.

Jiang Sese asintió. “Sí”.

“Si tienes hambre, hay sopa de sobra. Los dos pueden tomar un poco”.

Cuando Jiang Sese escuchó esto, respondió rápidamente: “Está bien, no tengo hambre”.

Jin Fengchen dijo también con una sonrisa: “Gracias Tía, pero yo tampoco tengo hambre”.

Shang Ying cogió la cesta de fruta de Fang Teng y dijo: “¿Qué tal algo de fruta?”.

“Algo de fruta estaría bien”.

“Tío, ¿no sabes ya la respuesta?”, preguntó Jin Fengchen en respuesta.

Fang Teng se sorprendió, pero rápidamente reaccionó con una sonrisa a su pesar. “Eres realmente muy inteligente”.

Sí sabía la respuesta, pero no podía aceptarla.

“Tío, a veces la gente sigue intentando hacerte daño a pesar de que no hayas hecho nada para dañarlos. Nosotros no intentamos hacer daño a nadie, pero en el momento en que nos hacen daño debemos protegernos aunque no tomemos represalias”.

Las palabras de Jin Fengchen hicieron que Fang Teng se sumiera en sus pensamientos.

Tras un largo rato, él suspiró. “Entiendo lo que quieres decir. Es solo que estoy pensando que si el Viejo despierta, no querrá ver a la familia Fang fracturada y desunida. Aunque no le gusten Fang Cheng y Fang Rui, no querrá ver a sus hijos peleando”.

Jin Fengchen comprendía los sentimientos de Fang Teng, pero ahora mismo a ellos no les importaban los lazos familiares.

Si Fang Yuchen y Fang Teng seguían siendo blandos de corazón, acabarían en una mala situación.

“Tío, ¿cuál es el progreso de la investigación del accidente del Abuelo?”, preguntó Jin Fengchen de repente.

Fang Teng hizo una ligera pausa, pero reaccionó rápidamente. “Las investigaciones de la policía concluyeron que alguien había manipulado el coche, pero no han averiguado quién lo hizo”.

Los ojos de Jin Fengchen se entrecerraron ligeramente. “Tío, ¿te has preguntado alguna vez quién se beneficiaría de la desgracia del abuelo en ese momento?”.

“Por supuesto que es...”. Fang Teng estaba a punto de decir sus nombres sin querer, pero en el siguiente segundo sus ojos se abrieron de par en par. Le lanzó a Jin Fengchen una mirada de incredulidad. “¿Crees que lo hayan hecho ellos?”.

“Creo que es la sospecha más lógica porque todo es demasiado coincidente”.

Fang Teng sacudió la cabeza. “Imposible, es su abuelo. ¿Cómo podría ser tan cruel?”.

“El amor al dinero es la raíz de todos los males”.

Una afirmación simple, pero que lo explicaba todo.

Sin embargo, Fang Teng aún no se atrevía a creerlo. “Aunque Yiming siempre haya querido al Grupo Fang, nunca haría algo tan inmoral”.

“Tío, es solo una sospecha”. Jin Fengchen dijo con calma. “El accidente del Abuelo fue adrede. A decir verdad, todos en la familia Fang son sospechosos”.

Fang Teng suspiró con fuerza. “Dejaré que la policía se encargue”.

Él confiaba en que la policía le daría una resolución.