Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1039

Jin Fengchen miró la expresión llena de confianza de Fang Yuchen. Se quedó en silencio durante un rato antes de decir lentamente: “Si estás seguro, procede”.

“Genial”.

Con su apoyo, Fang Yuchen se sintió aún más seguro.

A primera hora de la mañana siguiente, fue a la oficina y entró directamente en el despacho de Fang Yiming.

Como siempre, Fang Yiming llegó al trabajo muy temprano. Cuando entró en su despacho, se quedó sorprendido al ver a Fang Yuchen.

“Buenos días, Primo Mayor”, saludó Fang Yuchen con una sonrisa.

Fang Yiming frunció el ceño y sonaba un poco molesto. “¿Qué estás haciendo aquí?”.

“Hay algo que no puedo entender, así que he venido a pedirte un consejo”.

Sonaba humilde y respetuoso, pero aún se podía oír el sarcasmo si se escuchaba con atención.

Fang Yiming frunció el ceño y sonrió fríamente: “Soy indigno. Es mejor que busques consejo de otra persona”.

Pasó junto a Fang Yuchen con una expresión fría y dejó caer su maletín con fuerza sobre el escritorio.

Fang Yuchen se dio la vuelta y lo vio aflojarse la corbata. La molestia en su expresión era evidente.

La sonrisa de su rostro se amplió mientras Fang Yuchen fingía preguntar: “¿Por qué no? Ahora mismo, no hay nadie en toda la compañía que pueda ayudarme, excepto tú”.

“¡Fang Yuchen!”. Fang Yiming se dirigió a él directamente por su nombre. Levantó los ojos y lo miró fijamente con una mirada gélida. “Estoy muy ocupado y no tengo tiempo, ¿entiendes?”.

“Primo Mayor, no te quitaré mucho tiempo. Por favor, ayúdame”.

“¿Por qué eres tan cabeza dura? ¡He dicho que estoy ocupado!”. Fang Yiming estaba claramente molesto y levantó la voz.

La sonrisa en la cara de Fang Yuchen se desvaneció gradualmente. Miró fijamente a Fang Yiming, que estaba a punto de explotar de ira. Levantó las cejas y preguntó con voz suave: “Entonces, si la policía viniera a buscarte, ¿sacarías tiempo entonces?”.

La expresión de Fang Yiming cambió. “¿Qué has dicho?”.

“La policía ha atrapado a la persona que inyectó veneno a Li Teng. El sospechoso dijo que fuiste tú quien le instruyó. Por lo tanto, tendrás que enfrentarte a él”, dijo Fang Yuchen con calma.

Él vio que la expresión de Fang Yiming sufría un breve espasmo, pero rápidamente recuperó la compostura.

“¡Es pura m*erda!”. Fang Yiming maldijo. “No tengo agravios ni rencores contra Li Teng. ¿Por qué iba a hacer eso? ¿Estoy enfermo? ¿Parece que tengo demasiado tiempo libre?”.

Fang Yuchen se rio. “Si estás enfermo o si tienes demasiado tiempo libre, por favor, házselo saber a la policía. Además...”.

Hizo una pausa y continuó: “El incendio del almacén. Fuiste tú quien vendió ese cargamento de hierbas medicinales al Grupo SA. ¿No niegas esto entonces?”.

Fang Yiming no dijo nada.

“La noche del incendio, Li Teng estaba vigilando solo en medio de la noche, pero tú me dijiste que no lo conocías. ¿Tiene sentido esto?”.

Fang Yuchen miró fijamente a Fang Yiming con escrutinio.

Los ojos de Fang Yiming eran erráticos, como si estuviera pensando en cómo responder.

Fang Yuchen se rio ligeramente: “Además, la gente del almacén dijo que tú fuiste al almacén personalmente esa tarde y hablaste con Li Teng. ¿No eras tú?”.

Ante el interrogatorio de Fang Yuchen, Fang Yiming empezó a asustarse, pero mantuvo la compostura. Se quejó: “¡Aunque conociera a Li Teng, esto no prueba que yo haya dado instrucciones para que lo envenenaran! ¿Qué lógica tiene esto?”.

“¿Por qué no?”, bromeó Fang Yuchen. “Significa que querías silenciarlo”.

“¡Fang Yuchen!”, exclamó Fang Yiming con enfado. “No lances esas acusaciones tan fácilmente”.

En comparación con su estado de agitación, Fang Yuchen estaba muy tranquilo. Sonrió y dijo: “Si no quieres que te acuse injustamente, entonces ve a enfrentarte al sospechoso. Ya que no lo hiciste, no hay nada que temer”.

“¡No tengo miedo!”. Fang Yiming replicó.

“Bien, vamos entonces”.

Fang Yuchen se hizo a un lado e hizo un gesto de invitación.

En ese momento, Fang Yiming se dio cuenta de que había caído en su trampa y miró con rabia a Fang Yuchen.

Fang Yuchen también le sonrió.

¡Ya no había vuelta atrás!

Si no seguía adelante, significaba que era culpable.

Si seguía adelante y se veía implicado en el incidente, todo acabaría.