Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 108

Jiang Sese todavía se sentía agitada cuando regresó al trabajo. Lo que había sucedido en el restaurante, especialmente lo que sucedió por la puerta del baño, volvió a aparecer ante sus ojos. Su corazón todavía latía al pensar en su beso.

Jiang Sese tuvo que adormecer sus sentidos con el trabajo.

Ella terminó su trabajo del día alrededor de las cinco. Le dijo a Su Shan que quería irse a casa temprano porque su trabajo ya estaba hecho.

"Sese, ¿qué pasó? ¿Surgió algo?" preguntó Su Shan.

Jiang Sese negó con la cabeza. "Nada urgente, pero iré a ver a mi mamá al hospital.”

Pero de hecho, ella solo se iba temprano para evitar a Jin Fengchen, quien había dicho antes que la vería más tarde. Jiang Sese temía que él pudiera esperarla en el trabajo, así que para evitar encontrarse con él de nuevo, decidió irse temprano. Ella quería irse a casa directamente, pero luego temió que Jin Fengchen pudiera estar allí, así que ella decidió ir al hospital a ver a su madre.

Su Shan no le dijo que no. "Está bien, ¡hasta luego!"

"Gracias, Gerente Su, nos vemos mañana.”

...

Jin Fengchen llegó al Grupo Jinse justo después de que Jiang Sese se fuera.

A Jin Fengchen le preocupaba que no tuviera las llaves para entrar a su apartamento, así que él llegó antes de lo habitual.

Su Shan salió de la oficina y se encontró con el gran jefe. Su corazón casi se cae, ella luego se acercó a él para saludarlo. "Señor Presidente, ¿está aquí para ver a la Señorita Jiang?"

Jin Fengchen asintió. No había expresión en ese hermoso rostro suyo. El preguntó con voz nítida: "¿Dónde está ella?"

"Lo siento, pero ella ya se fue..."

Si Su Shan hubiera sabido que su presidente vendría aquí, ¡ella no habría dejado ir a Jiang Sese!

La expresión de Jin Fengchen se volvió más complicada y frunció el ceño.

"Ella se fue. ¿Se fue temprano para evitarme? Pero sus llaves están aquí."

"¿Ella se fue a casa?" preguntó Jin Fengchen.

Su Shan negó con la cabeza. "No, ella dijo que iba a ver a su madre en el hospital.”

Al escuchar esto, Jin Fengchen regresó a su carro y se fue.

Su Shan se sintió tan aliviada después de que él se fue. El aura de su gran jefe era tan amenazadoramente fuerte que cualquiera se sentiría que estaba a punto de morir de miedo en cualquier momento bajo su influencia.

...

Fang Xueman seguía estando igual que siempre. No había señales de que ella se fuera a despertar.

Jiang Sese suspiró, se quedó en la sala por un tiempo y luego estuvo por irse.

El ascensor del hospital estaba dañado, por lo que Jiang Sese tuvo que ir por las escaleras. La sala estaba en el tercer piso y, para su sorpresa, alguien que conocía estaba en el segundo piso.

Era Jiang Nuannuan.

Jiang Nuannuan también vio a Jiang Sese. Ella llevaba un vestido caro y había una sonrisa en su rostro y ella se veía feliz.

Lan Sichen se burló y luego la sostuvo en sus brazos. Le lanzó una mirada fría a Jiang Sese y le dijo: "No seas así. Estaré muy feliz de ver feliz a tu hermana.”

"¿Feliz? No creo que tenga nada que ver con eso por el resto de su vida."

Cuando Jiang Sese entrecerró los ojos a los dos que le decían estas líneas escenificadas, la ira creció dentro de ella.

Lan Sichen se rió y dijo: "Cariño, vámonos a casa.”

Jiang Nuannuan asintió. Justo cuando los dos estaban a punto de irse con satisfacción, Jin Fengchen apareció desde las escaleras.

Él se acercó directamente a Jiang Sese y le preguntó con su voz profunda y carismática: "¿Por qué no me esperaste? Dije que te vería más tarde, ¿no?"

Había sorpresa escrita en los rostros de Lan Sichen y Jiang Nuannuan. Ellos no pensaban que esos dos todavía se estaban viendo.

Lo que fue aún más extraño para ellos fue que su relación no parecía verse afectada por lo que había sucedido en la fiesta en absoluto. "¿Cómo está pasando esto? ¿La Familia Jin todavía permite que Jin Fengchen vea a Jiang Sese?"

Dado lo que acababan de decir, Jiang Nuannuan y Lan Sichen ahora solo sentían que los estaban abofeteando.

Jiang Sese estaba sorprendida de verlo aquí. Pero lo que fue incluso mejor que la sorpresa fue la repentina sensación de alivio que sintió cuando él apareció .

La sensación de alivio de Jiang Sese se convirtió en felicidad cuando vio que la pareja tenía pena escrita en sus rostros.

La pareja estaba terriblemente furiosa, pero no tuvieron más remedio que irse.

Ellos no podían arriesgarse a enojar a Jin Fengchen. Las dos familias estaban a punto de irse a la quiebra debido a la crisis. Estarían al borde de la ruina si no hubiera existido esa empresa en el extranjero que había decidido hacer negocios con ellos.