Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1093

Con la ayuda de Catalina, Fu Jingyun consiguió salir del edificio.

Condujo hasta la villa privada de Bo Gelian. Iba a gran velocidad por el camino y se saltó varios semáforos en rojo. Esto atrajo a la policía de tráfico.

“¡Detente! Tú, en el coche negro. ¡Detente! ¡Detente!”.

“¡Maldita sea!”.

Fu Jingyun miró por el espejo retrovisor y se dio cuenta de que la policía lo perseguía.

Pisó el acelerador y trató de perderlos.

Sin embargo, también había un coche de policía que venía en dirección contraria.

Estaba atrapado.

Solo pudo estacionar el coche a un lado.

‘Toc, toc’.

El policía golpeó la ventanilla.

Él bajó la ventanilla lentamente. El agente le miró y le dijo con severidad: “Usted iba en exceso de velocidad y se saltó tres semáforos en rojo. Sospechamos que conduce ebrio. Por favor, salga del coche”.

Fu Jingyun hizo una mueca. “No estoy borracho”.

Al ver que no salía del coche, el policía golpeó con fuerza el techo del coche y levantó la voz: “¡Salga del vehículo ahora!”.

Fu Jingyun salió del coche.

El oficial de policía le colocó el probador de alcohol junto a la boca. “Sople en esto”.

Fu Jingyun exhaló de mala gana.

El oficial de policía miró la pantalla del instrumento y levantó las cejas: “¿No has bebido?”.

“Se lo dije”. Fu Jingyun se estaba impacientando.

“Eso no significa que no estés bajo la influencia de otras sustancias, como las drogas”. El oficial procedió a poner una multa, y luego dijo: “Tiene que venir con nosotros al hospital para un examen que confirme que no hay otros problemas antes de que podamos dejarlo salir”.

“¡Le dije que estoy bien!”. Fu Jingyun se puso furioso. No tenía tiempo de ir al hospital para que le hicieran un supuesto examen.

Sin embargo, el oficial de policía insistió en que lo hiciera.

No tenía otra opción. Él empujó al policía, abrió la puerta e intentó volver a entrar en el coche.

Para entonces, varios policías lo habían rodeado y sujetado.

“¡Quíteme las manos de encima! ¡Quítame las manos de encima!”. Luchó.

Cuando Gu Nian pasó por allí, se giró para ver lo que creía que era una detención normal por conducir bajo los efectos del alcohol.

Se sorprendió al ver que era alguien que conocía.

Frenó bruscamente.

Los neumáticos chirriaron cuando el coche se detuvo.

Gu Nian salió del coche y corrió hacia él.

“¡Fu Jingyun!”.

Fu Jingyun se giró para mirarle sorprendido al oír a Gu Nian.

Con Gu Nian asumiendo responsabilidad por él, Fu Jingyun solo pagó la multa y no necesitó ir al hospital para ningún examen.

“¡Tenga más cuidado la próxima vez!”. El policía de tráfico le dio una advertencia a Fu Jingyun.

Gu Nian sonrió y dijo: “Lo hará. Gracias por su servicio”.

Después de que los policías se fueran, Fu Jingyun le dio las gracias a Gu Nian y se dio la vuelta para volver al coche.

“Espera”. Gu Nian le agarró el hombro.

Fu Jingyun se dio la vuelta.

“¿Sabes dónde están mi Joven Amo y mi Joven Señora?”, preguntó Gu Nian.

Él había buscado en todos los rincones de Sicilia, pero no pudo encontrar ninguna señal del Joven Amo ni de la Joven Señora.

Fu Jingyun permaneció en silencio un momento antes de responder: “Sé dónde está Sese, pero en cuanto a Jin Fengchen, no lo sé”.

Gu Nian se alegró mucho. “Entonces, ¿podrías decirme dónde está la Joven Señora?”.

“Está en la villa privada de Bo Gelian”.

“¿En Sicilia?”.

“Lo he invitado”, explicó Gu Nian.

“No, tú...”. He Shuhan miró al inexpresivo Fu Jingyun, luego se acercó a Gu Nian y le susurró: “Si Bo Gelian se entera de que está aquí, todos estaremos en problemas”.

Aunque susurró, Fu Jingyun aún lo escuchó.

“No te preocupes, los hombres de Bo Gelian no me han seguido”, dijo Fu Jingyun.

He Shuhan se giró y lo miró: “¿Cómo sabes que no te han seguido?”.

“Porque están todos encerrados en mi apartamento”.

Gu Nian miró a He Shuhan. “No te preocupes, él ahora está de nuestro lado”.

Echó un vistazo a su alrededor y luego preguntó: “¿No dijiste que el Presidente Fang vino a Italia? No lo veo”.

“Está atendiendo una llamada en el balcón”. He Shuhan señaló hacia la dirección del balcón.

Gu Nian y Fu Jingyun le dijeron entonces a He Shuhan sobre el paradero de Jiang Sese.

Fang Yuchen lo oyó justo cuando volvía a entrar por el balcón y se apresuró a decir: “¿Qué dijiste? ¿Sese no está en Sicilia?”.

“No”. Fu Jingyun explicó: “Después de que Bo Gelian la consiguiera, cambió su ubicación por miedo a ser descubierto por nosotros”.

Fang Yuchen frunció el ceño. “Entonces, ¿cómo sabes que la información es verídica?”.

Él tenía miedo de que se metieran en otra búsqueda inútil y perdieran un tiempo precioso.

Fu Jingyun asintió. “La información es verídica. Esto es lo que me dijo la gente cercana a Bo Gelian”.

“Entonces, ¿debemos movilizar a nuestros hombres para rescatarlos ahora?”, preguntó He Shuhan.

Gu Nian murmuró para sí mismo irresoluto: “Conociendo a Bo Gelian, el lugar estará fuertemente vigilado. Si no reunimos más información y nos precipitamos, todos perderíamos la vida”.

“¿Qué debemos hacer?”. He Shuhan estaba ansioso. “No podemos retrasarnos más. La Joven Señora no podrá aguantar tanto tiempo”.

En ese momento, Fu Jingyun dijo: “Gu Nian y yo iremos a evaluar la situación. Entonces planearemos nuestro siguiente paso cuando llegue el momento”.

Su propuesta fue inmediatamente aprobada por Gu Nian. “Hagámoslo. Nosotros dos llevaremos un pequeño equipo allí”.

“Tengan cuidado”, dijo Fang Yuchen.

Gu Nian sonrió. “No se preocupe, Presidente Fang. Fui entrenado por el Joven Amo personalmente. Todo irá bien”.