Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1105

En el momento en que Bo Gelian subió a su coche, ordenó a su asistente: “Encuentra el paradero de Jiang Sese inmediatamente”.

Su asistente se sentó en el asiento del copiloto. Bajó la cabeza y respondió: “Entendido”.

Bo Gelian entrecerró los ojos con una mirada sombría y viciosa. Y añadió: “Una vez que la encuentren, atrápenla sin importar qué”.

“Entendido”.

Bo Gelian se apoyó en el asiento y descansó con los ojos cerrados. Solo se apresuró a volver porque quería ver a Jiang Sese. A pesar de eso, ella se atrevió a escapar.

Le dijo a Lisa que la investigación no podría continuar porque Jiang Sese se había escapado. A pesar de eso, en realidad le molestó más que Jiang Sese escapara.

Desde que ella escapó, su felicidad también se fue.

...

“Sese, no es seguro en Italia. Volvamos a casa”, instó Fang Yuchen.

Él ni siquiera estaba seguro de cuántas veces intentó persuadir a Jiang Sese. Sin embargo, todos sus intentos fueron infructuosos ya que ella seguía rechazándolo.

Ella tenía sus razones. Si no podían encontrar a Jin Fengchen, se negaba a volver a casa.

“Primo, no tienes que persuadirme más. Si no podemos encontrar a Fengchen, me quedaré en Italia hasta encontrarlo”. Jiang Sese se mantuvo firme en su decisión.

“Sese...”. Fang Yuchen suspiró. Realmente no estaba seguro de cómo tratar con ella.

Mientras Jiang Sese permaneciera en Italia, los hombres de Bo Gelian descubrirían su paradero rápidamente. Para entonces, las dos fuerzas se enfrentarían de nuevo. Le preocupaba que Gu Nian y el resto no pudieran protegerla.

Jiang Sese le dio una sonrisa tranquilizadora. “Primo, no te preocupes. Estaré bien”.

“Lo sé”. Fang Yuchen sonrió sin poder evitarlo. Estiró la mano y le dio unas palmaditas en la cabeza. Mientras tanto, tomó su decisión en su mente.

“Me quedaré y te acompañaré”.

Jiang Sese se sintió muy sorprendida. “¿Quieres quedarte? ¿Y la compañía?”.

“Hoy en día, la comunicación se ha vuelto muy conveniente. Puedo gestionar la empresa a distancia. Además, Song Yao está allá. Todo irá bien”.

Jiang Sese se sintió apenada. Cada vez, ella causaba muchos problemas a los demás debido a sus problemas. Pensó en ello y finalmente dijo: “Primo. Te seguiré a casa”.

Solo tardó unos minutos en cambiar de opinión. Fang Yuchen comprendió por qué había cambiado de opinión repentinamente. Dejó escapar un suspiro y dijo: “Sese, no tienes que ser tan comprensiva en un momento así. Como ya he decidido quedarme aquí y acompañarte, haré los arreglos para otros asuntos”.

“No es eso”. Jiang Sese sacudió la cabeza y explicó. “Si me quedara aquí, Shuhan y el resto tendrían que prestar más atención para cuidarme. Si es así, no podrán concentrarse en encontrar a Fengchen”.

Se implicaba como una carga si se quedaba en Italia.

“¿Estás decidida?”, preguntó Fang Yuchen.

Fang Yuchen esperaba que lo pensara detenidamente y no por capricho.

Jiang Sese asintió de forma solemne. “Mmm. Ya lo he decidido”.

Fang Yuchen sonrió mientras respondía: “De acuerdo entonces. Reservaré los billetes de avión ahora. Nos iremos a casa rápidamente”.

“De acuerdo”, respondió Jiang Sese.

Fang Yuchen se puso en contacto con Song Yao para reservar dos billetes de avión para volver a casa. Mientras tanto, Jiang Sese se sentó en el sofá con inquietud. Bajó la cabeza y se agarró las manos con fuerza. Esperaba que Gu Nian y Shuhan encontraran rápidamente a Fengchen.

A veces, cuanto mayor era la esperanza, mayor era la decepción.

Gu Nian y He Shuhan por fin volvieron cuando ya era un poco más tarde. Jiang Sese fue rápidamente a saludarlos.

Preguntó con un tono ansioso. “¿Cómo les fue? ¿Encontraron a Fengchen?”.

Cuando Gu Nian y He Shuhan vieron su mirada llena de anticipación, ambos se miraron y bajaron la cabeza.

“Joven Señora, lo sentimos. No hemos encontrado al Joven Amo”, dijo Gu Nian.

No encontraron a Fengchen.

Jiang Sese se tambaleó.

“¡Joven Señora!”.

Gu Nian y He Shuhan la apoyaron rápidamente. Jiang Sese les hizo un gesto con la mano y les indicó que estaba bien. Expresó sus dudas: “¿Fengchen no estaba encerrado en esa habitación?”.

“No. La habitación solo tenía especímenes adentro”, respondió Gu Nian con sinceridad.

“Comprendo tu sentimiento”, dijo Gu Nian y palmeó el hombro de He Shuhan para consolarlo.

Gu Nian miró a Fang Yuchen y dijo: “En realidad, yo tampoco estoy de acuerdo con la sugerencia de Shuhan. En ese caso, tenemos que considerar cuidadosamente cómo nos acercaremos a Bo Gelian y cómo obtener la respuesta sobre el paradero de Jin Fengchen”.

Dejaron de lado la idea de poner a Jiang Sese en peligro. Sin embargo, Jiang Sese insistió en correr el riesgo. Esperaba que Fengchen pudiera volver sano y salvo más que su propia seguridad.

Después de todo, Fengchen se esforzaba demasiado por ella. Ella también quería hacer algo por él.

Frunció los labios y dijo: “Todavía quiero ir. Ahora mismo, no hay otra forma mejor que acercarme a Bo Gelian personalmente...”.

Casualmente, Fu Jingyun entró al mismo tiempo. Cuando escuchó sus palabras, él la interrumpió. “Puedo hacerlo”.

Cuando Jiang Sese y el resto escucharon su voz, todos se giraron y lo miraron. Fu Jingyun se acercó lentamente y explicó: “Ahora mismo, todavía soy parte del equipo de investigación de Bo Gelian. Tal vez pueda reunirme con Bo Gelian”.

“Hermano Mayor Fu, yo debería ser la que vaya...”. Jiang Sese no quería que Fu Jingyun estuviera en peligro.

Fu Jingyun sonrió y la interrumpió. “Sese, esto es lo único que puedo hacer por ti”.

Cuando Jiang Sese escuchó sus palabras, no pudo evitar sentir lágrimas. Le picaba la nariz de forma agria. Mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, se mordió los labios y sacudió la cabeza.

Fu Jingyun le sonrió.

“No llores. Todavía estoy sano y salvo, ¿verdad? Además, Bo Gelian no me haría nada”.

“Señor Fu, gracias por su disposición a ayudar”, dijo Fang Yuchen mientras le miraba con ojos agradecidos.

Fu Jingyun no estaba tratando de ayudar. Estaba tratando de compensar su error del pasado.

Fu Jingyun miró intensamente a Jiang Sese. Su único deseo era ver a Jiang Sese vivir felizmente para siempre con su amado esposo.

El hombre amado de Jiang Sese sólo podía ser Jin Fengchen.

“Sese, cuando estés libre, ¿puedes visitar a mi papá y a mi mamá por mí?”, preguntó Fu Jingyun con una sonrisa.

Jiang Sese asintió con fuerza. “Claro, visitaré a Papá y a Mamá, pero tú también tienes que venir”.

Fu Jingyun se adelantó y le acarició la cabeza. Sonrió y aceptó. “De acuerdo. Los visitaremos juntos”.