Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1120

Después del almuerzo, Fang Yuchen se preparó para volver a la oficina.

Cuando se dirigía a la salida, Shang Ying lo llamó: “Yuchen, espera un momento”.

Fang Yuchen se giró. “¿Qué pasa, Madre?”.

“Pronto será el cumpleaños de Xiaoyi, y la familia Ye nos ha invitado a la celebración de su cumpleaños. Haz algo de tiempo para comprar un regalo”.

“¿Yo? ¿Comprarle un regalo?”. Fang Yuchen pensó que había escuchado mal.

No sabía qué comprar como regalo de cumpleaños para una chica.

“Así es”, replicó Shang Ying. “Debes hacer esta tarea por mí”.

Fang Yuchen frunció el ceño sin poder evitarlo. Por el rabillo del ojo, inadvertidamente vio a Jiang Sese no muy lejos. Sus ojos se iluminaron de repente. “Sese, tal vez puedas comprar el regalo en mi nombre. Estoy demasiado ocupado como para dejar el trabajo”.

“¿Eh?”. Jiang Sese se señaló a sí misma con una expresión de sorpresa. “¿Yo?”.

“Eres una mujer, así que sabes lo que les gusta a las chicas. Así que, te lo dejaré a ti”.

Después de decir esto, se fue rápidamente, sin darle la oportunidad de negarse.

“¡Fang Yuchen!”. Shang Ying corrió tras él, pero solo pudo vislumbrar la parte trasera de su coche alejándose.

No pudo evitar sacudir la cabeza y suspirar. “Lo está haciendo deliberadamente”.

De vuelta a la casa, le dijo a Jiang Sese: “No compres el regalo en su nombre. Tiene que elegir él mismo este regalo”.

Jiang Sese se rio. “Tía Menor, ¿estás realmente tan desesperada por emparejar a Primo y Xiaoyi?”.

“Lo estoy. Sin embargo, ¿está tu primo dispuesto?”, preguntó Shang Ying retóricamente.

A ella le gustaba Xiaoyi. Después de todo, ella era atractiva y era de una buena familia. Era una buena opción. Sin embargo, su hijo no parecía estar interesado.

Por lo tanto, no se atrevía a ser demasiado descarada.

Jiang Sese se rio de manera seca. “No, no creo que esté interesado”.

Luego, ella se giró para ver la expresión solitaria de Liang Xinwei y frunció ligeramente el ceño. “Weiwei, ¿qué pasa?”.

Liang Xinwei recuperó el sentido común y le sonrió. “No es nada. Quizá comí demasiado y ahora me siento mal”.

“¿Comiste demasiado?”.

“Sí. Su comida es deliciosa y comí demasiado sin pensar”. Liang Xinwei le sonrió a Shang Ying.

Jiang Sese la miró pensativa.

A todo el mundo le gustaba que le hicieran un cumplido.

Shang Ying sonrió de oreja a oreja. “¿De verdad? Entonces ven más a menudo. Cocinaré para ti”.

“Gracias, Tía”. Liang Xinwei mantuvo una sonrisa, pero nadie podía ver la soledad que escondían sus ojos.

Liang Xinwei se quedó un rato y luego se fue con Anan.

En cuanto se fueron, Shang Ying le dijo a Jiang Sese: “Weiwei no está mal también, pero con un niño...”.

Jiang Sese se sorprendió bastante. “Tía Menor, ¿realmente crees que Weiwei es buena? Pensé que serías exigente con el estado de la familia de uno”.

“Lo soy”. Shang Ying admitió con franqueza. “Por supuesto espero que tu primo encuentre una esposa que pueda ayudarlo económicamente. Sin embargo, también quiero que sea feliz. Mientras le guste la persona, su origen familiar no importa”.

Jiang Sese no pudo evitar emocionarse. “Tía Menor, eres muy abierta de mente”.

Siempre había pensado que su Tía Menor daría mucha importancia al estatus familiar de un posible compañero de matrimonio. Afortunadamente, no era así.

Si ese era el caso, tal vez Weiwei tuviera una oportunidad.

Sonrió. “En realidad, Anan es un asunto menor. No es que la familia Fang no pueda permitirse criar a un niño”.

Al oír esto, Shang Ying frunció las cejas. “¿Por qué parece que estás tratando de emparejar a Weiwei con Yuchen?”.

“No es así. Solo lo digo”, negó Jiang Sese.

“¿De verdad?”. Shang Ying no se lo creía.

“Por supuesto. Tú también sabes cómo es Primo. ¿Crees que podemos instruirle en asuntos como este?”, preguntó Jiang Sese.

Shang Ying asintió. “Tienes razón, ese chico sí que está fuera de nuestro control”.

Ella suspiró. “Olvídalo, deja que haga lo que quiera. Siempre y cuando no traiga a casa una especialmente mala”.

Jiang Sese se rio. “Tía Menor, tienes muy pocas expectativas”.

“Pensé que era Cola”, se defendió Liang Xinwei.

Anan se curvó los labios. “Mamá, por favor, no utilices las botellas de Cola para guardar la salsa de soja en el futuro, ¿de acuerdo? Tengo miedo de que vuelvas a beberla”.

“De acuerdo, la cambiaré por otra botella en el futuro”.

Siempre había comprado salsa de soja a granel y la botella grande era demasiado incómoda de usar. Por lo tanto, la llenó en botellas más pequeñas.

Al llegar a casa, ella sintió sed y se encontró con la botella de Cola.

La cogió y bebió un trago sin saber que era salsa de soja.

Liang Xinwei tiró los trozos de vidrio a la basura, volvió a la sala de estar y se sentó.

Anan se acercó inmediatamente. “Madre, ¿el Tío Fang tiene novia?”.

“¿Por qué lo preguntas de repente?”. Liang Xinwei lo miró con suspicacia.

“Solo estoy preguntando. ¿No le pidió la Abuela Fang que le comprara un regalo de cumpleaños a una chica? ¿Es su novia?”, preguntó Anan.

¿Era su novia?

Liang Xinwei también quería saberlo. Agarró la almohada y la abrazó, luego suspiró suavemente. “No lo sé”.

“Oh”. Anan se sintió un poco decepcionado. “Pensé que la Tía Sese te lo habría dicho”.

Liang Xinwei se giró para mirarlo. “Anan, ¿por qué tienes tanta curiosidad por esto?”.

“Es por tu bien”.

“¿Por mí?”.

“Sí, pensé que te gustaba el Tío Fang”.

Liang Xinwei se sorprendió y lo negó rápidamente: “No, no me gusta. Los niños pequeños no deberían decir cosas así”.

Anan frunció los labios. “De acuerdo, no lo mencionaré más”.

“Vuelve a tu habitación y termina tus deberes”.

Después de que Anan regresara a su habitación, Liang Xinwei se relajó en el sofá y frunció el ceño. ¿Realmente estaba siendo tan obvia?