Bebé adorable en la puerta: Mami, por favor firma romance Capítulo 1125

“¿Para mí?”.

Ye Xiaoyi aún no lo podía creer y lanzó una mirada inquisitiva a Fang Yuchen. “¿Es realmente para mí?”.

Fang Yuchen asintió. “Sí”.

En cuanto recibió una respuesta afirmativa, la expresión de Ye Xiaoyi dio un giro de inmediato. Sonrió de oreja a oreja: “Yuchen, me lo hubieras dicho desde el principio. Te malentendí”.

Fingió y se quejó ante Fang Yuchen.

Fang Yuchen forzó una sonrisa de mala gana.

Ella empezó a llamar a Xinwei rompehogares sin aguantarse. ¿Quién iba a tener ganas de explicar algo?

“Quítatelo”. Ye Xiaoyi miró fijamente a Liang Xinwei.

El tono autoritario hizo que Liang Xinwei se sintiera un poco incómoda. Sin embargo, permaneció en silencio, se quitó el collar y se lo entregó.

Ye Xiaoyi examinó el collar, frunció las cejas y declaró sin miramientos. “Esto está pasado de moda. No me gusta”, dijo mientras le devolvía el collar a Liang Xinwei.

La sorprendida Liang Xinwei lo cogió frenéticamente. Si estaba dañado, no podría pagar por él.

Fang Yuchen miró fijamente a Ye Xiaoyi. No había ninguna expresión en su cara de póquer mientras preguntaba: “Entonces, ¿cuál te gusta?”.

“Me gusta...”.

Ye Xiaoyi se acercó al mostrador para elegir uno para ella.

Liang Xinwei miró el collar de trébol de cuatro hojas que tenía en la mano y frunció los labios.

Pensaba que el collar era realmente bonito. Pero ella no podía permitírselo.

Respiró hondo y devolvió el collar al dependiente.

Fang Yuchen la miró con expresión pensativa.

“Quiero este”.

El collar seleccionado por Ye Xiaoyi tenía un gran diamante central con finos diamantes incrustados alrededor, que resultaba especialmente deslumbrante bajo los focos.

‘Así que esto es lo que ella considera que está a la moda’.

“Yuchen, ¿podrías ponérmelo?”. Ye Xiaoyi cogió el collar del dependiente y se lo entregó a Fang Yuchen.

Fang Yuchen frunció un poco el ceño y luego tomó el collar con calma.

La cara de Ye Xiaoyi, delicadamente maquillada, se convirtió inmediatamente en una dulce sonrisa.

Guapo y hermosa. Ambos eran muy atractivos y hacían buena pareja.

Liang Xinwei sintió de repente que su presencia era un poco redundante. Bajó la cabeza y se agarró los brazos con fuerza. Las yemas de sus dedos se clavaron involuntariamente en su piel, tratando de reprimir su astringente corazón.

“Todo listo”.

Tan pronto como le puso el collar, Fang Yuchen retrocedió rápidamente.

Mientras Ye Xiaoyi se giraba para mirarse en el espejo, miró a Liang Xinwei, solo para ver su cabeza agachada, con aspecto de impotencia.

Su boca se crispó y estuvo a punto de hablar.

“Yuchen, ¿cómo me veo?”. Ye Xiaoyi se giró de repente, mirándolo con anticipación.

Fang Yuchen se sobresaltó y luego asintió. “Te queda bien”.

“Entonces me llevaré este”.

“De acuerdo”.

Ellos esperaron a que el dependiente de la tienda guardara el collar, y luego Fang Yuchen se lo entregó a Ye Xiaoyi. “Para ti”.

Ye Xiaoyi frunció el ceño. “No lo quiero ahora. Quiero que me lo des delante de todos en mi cumpleaños”.

Ella no quería solo un regalo.

Solo era un collar. Podía comprarlo ella misma si quería.

Lo que quería era que todo el mundo supiera que él se preocupaba por ella y que le había comprado un regalo para cortejarla.

Fang Yuchen permaneció en silencio, y luego hizo un gesto al dependiente para que lo envolviera.

“Yuchen, ¿podrías acompañarme de compras?”. Ye Xiaoyi le cogió del brazo cariñosamente.

Fang Yuchen no contestó, pero inconscientemente miró hacia Liang Xinwei.

Cuando sus ojos se encontraron con los de ella, el corazón de Liang Xinwei dio un vuelco.

Ella rápidamente desvió la mirada, sonrió y dijo: “Vayan. Yo me iré a casa”.

Luego se dio la vuelta y se fue.

“Weiwei”.

Fang Yuchen estaba a punto de ir tras ella.

“Yuchen”. Ye Xiaoyi se apresuró a agarrarlo. “Si quiere ir a casa, déjala. Vamos a tomarnos nuestro tiempo para ir de compras”.

Tenía miedo de que esa desvergonzada siguiera molestándolos.

Liang Xinwei no respondió a la llamada, pero en el momento en que dejó de sonar, se arrepintió inmediatamente.

Era demasiado tarde.

Pensó que él volvería a llamar, pero no.

¿Debería llamarlo?

Justo cuando estaba dudando, su teléfono móvil volvió a sonar.

Estaba tan emocionada que casi deja caer el teléfono móvil, pero cuando vio el identificador de llamadas, su corazón se enfrió.

“Hermana Sese”, respondió.

“Weiwei, ¿cómo va todo? ¿Escogiste un regalo?”.

Cuando la suave voz de Jiang Sese llegó a través del teléfono móvil, sus ojos se calentaron.

Rápidamente respiró hondo y se obligó a contener las lágrimas.

“Weiwei, ¿estás ahí?”, volvió a preguntar Jiang Sese al no recibir respuesta.

“Sí, estoy aquí. Ya fue escogido”.

“Qué bien. ¿Estás con mi primo ahora?”.

“No. Está acompañando a la Señorita Ye de compras”.

“¿La Señorita Ye?”.

“Sí, por casualidad nos encontramos con la Señorita Ye cuando estábamos eligiendo el regalo”.

“Qué coincidencia. ¿Dónde estás ahora?”. Jiang Sese escuchó sonidos en el fondo.

Liang Xinwei miró a su alrededor. “En la parada del autobús”.

Al oírlo, Jiang Sese preguntó rápidamente: “¿Mi primo te dejo sola?”.

“Hermana Sese, no pasa nada. No soy una niña”.

“No, te pedí que le ayudaras. ¿Cómo iba a abandonarte una vez que él completara la tarea?”.

Liang Xinwei se preocupó de que se enfadara, y rápidamente explicó: “Hermana Sese, estoy bien. No culpes al Señor Fang”.

Mientras tanto, vio venir el autobús y se apresuró a decir a Jiang Sese: “Hermana Sese, el autobús está aquí. Hablamos la próxima vez. Adiós”.

Antes de que Jiang Sese pudiera reaccionar, ella colgó y se subió al autobús.