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Cuando las gachas bajaron a su estómago, calentando su abdomen, Jiang Sese sentía que su vigor mejoraba enormemente.
Se giró para mirar a la Señora Jin, que estaba limpiando, y se sintió muy conmovida.
Ella a veces tenía la sensación de haber hecho mucho bien en su vida pasada para conseguir una familia política tan buena y un marido tan cariñoso en esta vida.
Cuando pensó en eso, su expresión se volvió ligeramente distante.
‘Fengchen, ¿dónde estás?’.
“Sese, ¿en qué estás pensando?”.
La voz de la Señora Jin sacó a Jiang Sese de sus pensamientos. Se apresuró a dejar de lado sus preocupaciones y levantó la vista para responder con una sonrisa. “En nada”.
La Señora Jin no preguntó más. “Voy a ver cómo está Wanwan. Luego vendré a ver cómo estás”.
Jiang Sese asintió. “De acuerdo”.
“Deberías acostarte y descansar”.
La Señora Jin la ayudó a acostarse lentamente antes de ayudarle a taparse con las sábanas y decir: “Me voy”.
“De acuerdo”.
Jiang Sese la vio salir. En cuanto se cerró la puerta, todo el pabellón quedó en silencio. Una sensación de soledad la invadió. Jiang Sese sonrió con amargura y luego cerró lentamente los ojos.
...
Bo Gelian envió personalmente a Lisa al aeropuerto.
“No voy a volver”.
Aunque estaba en el aeropuerto, Lisa seguía sin querer aceptar su destino.
Quién sabía lo que haría con esa zorra si ella lo dejaba solo en la Ciudad Jin.
Por lo tanto, pasara lo que pasara, no podía volver a Italia.
Bo Gelian la observaba en silencio. Apenas había cambios en su expresión y en sus ojos. Hacía que sus emociones fueran completamente ilegibles.
Una presión insonora la invadió, y Lisa se dio la vuelta, expresando claramente sus intenciones: “¡No voy a ir a Italia, ni aunque me muera!”.
Ella no creía que él realmente hiciera que la gente la llevara físicamente a Italia.
“¿De verdad no vas a volver?”. Bo Gelian finalmente habló, con voz neutral.
“¡No!”.
Lisa lo miró fijamente, sin querer mostrar ningún signo de debilidad.
Bo Gelian sonrió de repente. “Bien, si no vas a volver, nos divorciaremos”.
Lisa se quedó atónita durante unos segundos antes de reaccionar y exclamar agitada: “¡Bo Gelian! ¿Vas a divorciarte de mí?”.
“Te daré dos opciones: la primera es que vuelvas a Italia tranquilamente y sigamos siendo marido y mujer, y la segunda es divorciarnos y no tener más vínculos entre nosotros”.
“¡Bo Gelian, no te adelantes!”. Lisa estaba ahora enfadada.
Entonces pensó en una cosa muy importante, y su ira se calmó inmediatamente.
Ella sonrió de forma cínica. “Bo Gelian, ¿crees que podemos divorciarnos solo porque tú lo dices? ¿Has pedido la opinión de mi padre?”.
Los ojos de Bo Gelian se llenaron de desdén. De nuevo intentaba forzar su camino con la familia Agnelli.
“¿Por qué tengo que pedirle a tu padre su opinión sobre mis negocios?”, preguntó en respuesta.
“Porque sin la familia Agnelli, no estarías donde estás ahora”.
Lisa habló sin rodeos. No se creía que él fuera a iniciar una disputa con la familia Agnelli por una zorra.
“¿Oh?”. Bo Gelian levantó las cejas y dijo con despreocupación: “Entonces me alegraré de no estar donde estoy ahora”.
En cuanto dijo eso, la ira de Lisa volvió a estallar. “Bo Gelian, ¿realmente estás dispuesto a divorciarte de mí por una mujer?”.
Tal y como estaban las cosas ahora, Lisa por fin sabía lo mucho que le importaba esa zorra.
Si era posible, ella realmente deseaba que el disparo de Carl la hubiera matado para evitar este problema.
“Ya te dije. Mientras vuelvas a Italia tranquilamente, nuestro matrimonio seguirá existiendo”.
A Lisa no le gustaba ninguna de las opciones.
Además, parecía que él ya no le tenía miedo a la familia Agnelli.
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